Joe se quiere ir de casa por culpa de la mala relación que tiene con su padre. Patrick está cansado del sobreprotegimiento al que le someten sus padres. Ambos encuentran un claro en el bosque y a Joe se le ocurre que podrían construir allí su hogar. Los dos amigos al que se le junta (sin saber por qué) un tercero, Biaggio, comenzarán una vida "salvaje" sin adultos y al margen de la sociedad...
Hacía tiempo que una película no me dejaba una sensación tan buena como lo ha hecho esta The Kings of Summer. Una pena no haberla podido disfrutar en familia en pantalla grande, por culpa de unos exhibidores que prefieren apostar por películas demasiado infantiles o con demasiada acción, en lugar de por estas pequeñas perlas de cine familiar que no tienen cabida en las "majors" y que escapan de una escena "indie" americana a la que conviene seguir de cerca, ya que cada año nos provee de tres o cuatro títulos más que respetables.
El argumento de The Kings of Summer no es nada novedoso: el paso de la adolescencia a la madurez temprana de un grupo de amigos. El guión tampoco es que sea de lo más rebuscado, diálogos fáciles y muy buenos momentos cómicos, aunque a veces éstos esten poco justificados, pero se le perdona porque ayudan a aligerar una carga romántica que me temía se iba a cargar la película. Donde brilla la película es ya común en este tipo de cine: unos actores buenos que se crean el papel, un director que los sepa conducir y mantener el ritmo sin que decaiga, buena bso, y la fotografía típica "indie" americana, algo saturada en los planos soleados, secuencias a cámara lenta, momentos "videoclip" y un pulso nervioso.
A los que ya rondamos los 40 años nos recordará a películas como Cuenta Conmigo (la comparación es más que obvia) o El Señor de las Moscas, en cierta manera hay más de un guiño a esas películas que tanto nos gustaban. Pero estan bien pasadas por un filtro actual, donde también hay lugar a la crítica o a la ironía, por ejemplo, cuando a los niños juegan en medio de la naturaleza y disfruando de su libertad al Monopoly, uno de los grandes iconos de la sociedad capitalista. Es verdad también que huye de una "cierta" realidad, como la que los niños sean capaces de sobrevivir un mes sin problemas. Pero es algo que no se lo tenemos en cuenta, porque viendola hemos cambiado el chip, hemos vuelto a vestir pantalones cortos con parches y a tener las rodillas amoratadas. Hemos vuelto a ser un poco más niños, y eso se agradece.
En definitiva, The Kings of Summer volvemos a aquel cine rebelde y osado, el de las aventuras imposibles, el del primer amor. Una película fresca, simpática, amable, y desgraciadamente, diferente a lo que estamos acostumbrados desde hace un tiempo. No perdais la oportunidad de verla, por favor. Os lo dice un niño
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