Nick Dunne (Ben Affleck) y Amy (Rosamund Pike) son la pareja perfecta norteamericana....o eso parece. El día de su quinto aniversario de boda, Amy desaparece misteriosamente, y Nick encabeza la lista de sospechosos. La presión policial y mediática hará que el retrato de felicidad de la pareja empiece a tambalearse....
Hubo un tiempo en el que existía el sueño americano, en el que todo ciudadano podía conseguir todo lo que se proponía, y allí estaba el cine para ensalzarlo. Pero como todo en la vida, ese sueño también es perecedero, y esas historias de superación, de romances perfectos, de miel y hojuelas, han dejado paso a historias más oscuras y retorcidas, donde bajo esa apariencia de perfección aparece el más bajo instinto animal, no sólo de supervivencia, sino también para joder al prójimo. No nos engañemos, es algo que pasa en América y en Europa, donde el "periodismo" sensacionalista nos está alejando la mirada de la más dura realidad. Con una población de espectadores bombardeados a todas horas por realities, programas del corazón o tertulias nauseabundas, no es de extrañar que Nick Dunne se vea en el ojo del huracán, y su caso sea más revelante que los bombardeos de USA en Afganistán, por ejemplo. Y eso también Fincher lo critica.
Y ahí esta David Fincher moviéndose en su género favorito, el thriller. Sin prisa, tomándose su tiempo para elaborar una película técnicamente perfecta, demostrando su trabajo casi de alquimia. Ambientación pausada y elegante, pero otorgándole a la cinta el ritmo que necesita, gracias a los flashbacks matemáticamente introducidos o a algunas secuencias memorables (la de la sangre).Y todo el conjunto amenizado por una banda sonora asfixiante perpetrada por Atticus Ross y Trent Reznor (Nine Inch Nails), que ya habían trabajado anteriormente con Fincher en La Red Social.
No vanagloriaré el trabajo de Ben Affleck, un tipo al que no me termino de creer en ninguna de sus películas, ya sea en Mallrats de Kevin Smith, en Argo, ni en la futura Batman. No me cae bien y no consigo empatizar con él. Me parece un actor bastante mediocre, que trabaja gracias a la pasta que insufla a las películas donde consigue meter su culo. Roseamund Pike destaca mucho más, pero no olvidemos otro punto fuerte en el cine de Fincher: sus secundarios, a los que consigue exprimir hasta sacarle la séptima esencia que consiga el equilibrio en su película.
En cierta manera, con Perdida he vuelto a tener sensaciones parecidas a las que tuve tras el visionado de American Beauty, un soplo de realidad que harán tambalearse a los cimientos del cine americano más puritano. Un reflejo no sólo de lo retorcido de la mente humana, sino de una telerealidad que es auténtica basura sensacionalista, que lejos de apoyarse en hechos prefiere lapidaciones públicas.
No creo que "Perdida" sea una película trampossa. Fincher enseguida pone las cartas boca arriba y explica lo que hemos estado viendo. La mayor parte de la película es un juego del gato y el ratón en el que los papeles se van intercambiando.
ResponderEliminarTampoco creo que los personajes no estén bien construidos. El más complejo, el de Amy, está muy bien explicado por el contexto y por ella misma. Vemos como sus padres han construido una ficción en la que proyectan todas sus ilusiones, "la pequeña Amy", y ella simplemente hace lo mismo. Si la realidad no se parece a la imagen que quiero proyectar, la invento.
Yo le veo trampas como, por ejemplo, en el ejemplo del diario de Amy, que en ningún momento parece escrito del tirón. Quizás si hubiera dado pistas con el tipo de ropa, la habitación o algo que hiciera que todas las secuencias de escritura se parecieran.
EliminarEn cuanto a los personajes, tampoco sabemos mucho de ellos, y realmente da igual si esto le pasa a Nick y a Amy o a Homer y Marge. El único punto destacable sería el de que Amy quiere hacer lo contario de lo que hace "Amazing Amy", pero también es un poco de rebeldía adolescente, da igual que la chica tenga 35 años o 16.
Sólo me quejo de eso, ya que los últimos thrillers que he visto pecan de lo mismo, impera el giro sorpresivo sobre la profundidad del personaje, como en Cold in July, por ejemplo, de los últimos que recuerdo. Obviamente hay algo de presentación y de dibujo, pero enseguida funcionan como títeres en manos de un guión algo tramposo.
Gracias por comentar, Ricardo, y es siempre un placer debatir sobre películas con otros espectadores.