domingo, 24 de mayo de 2015

SONG OF THE SEA

Desde Fantasticine siempre hemos roto una lanza a favor de la animación tradicional. Ojo!! que la 3D por ordenador está alcanzando niveles excelentes, y no queremos ir de snobs diciendo que Pixar o Disney es una mierda, cuando en su haber cuentan con algunas de las mejores películas de animación de la historia.
Pero es justo reconocer a maestros de la animación tradicional, como Hayao Myazaki y su Studio Ghibli o Katsuhiro Otomo, con los que muchos hemos crecido. Por eso nos agrada descubrir otro territorio inexplorado, como la animación irlandesa, y a Tomm Moore como cabeza de lanza.

Después de la desaparición de su madre, Ben y Saoirse son enviados a vivir con su abuela a la ciudad. Cuando deciden volver a su casa junto al mar, su viaje se convierte en una carrera contra el tiempo a medida que se internan en un mundo que Ben sólo conoce a través de las leyendas que le narraba su madre. Pero éste no es un cuento para dormir; estas criaturas llevan en nuestro mundo demasiado tiempo. Ben pronto se da cuenta de que Saoirse será la clave para su supervivencia, y con la ayuda de oráculos y duendes intentará luchar contra la maldición que apresa a su hermana... 

Bravo por Tomm Moore y su equipo de animadores y guionistas. Un equipo que en el 2009 presentó "El secreto del libro de Kells", técnicamente asombrosa, pero a la que el guión se hacia algo pesado y desconocido para la mayoria del público infantil. Esta vez han corregido el error, y nos traen una historia algo más simple, pero mucho más accesible para grandes y pequeños. Eso sí, abrazando el universo mágico de la tradición irlandesa, de duendes y oráculos, brujas y titanes, pero sin abandonar la materia de la que están hechos los mejores cuentos infantiles: el amor.

Quizás algunos encuentre un insulto comparar esta película con otras del mítico Studio Ghibli. Creerme, que no hay mejor elogio que ser el relevo europeo de ese estilo de animación que tanto nos cautivó en nuestra adolescencia. Y es que Song of the Sea tiene muchos puntos en común con las películas de Miyazaki: animación tradicional, niños como protagonistas, y un mundo mágico escondido en la naturaleza de su entorno. Historias de cuentos maternos, de brujas secuestradoras de magia, de tristeza, pero también de superación, del derecho a elegir el futuro de cada uno, y buscar su lugar en el mundo.

Técnicamente los chicos de Cartoon Saloon han conseguido trasladarnos a todo ese universo mágico gracias a una animación cuidadísima, donde premian la belleza y el detalle del entorno sobre los mismos protagonistas. Tonos fríos, como no podría ser de otra manera, para reflejar el origen nórdico de la historia. Mares y océanos, pero también submundos habitados por personajes peculiares. Y para unir todo eso, y quizás sea una de las grandes aportaciones de la película, una increible banda sonora que te mece gracias a sus notas de origen celta, sin estridencias ni sobresaltos, para llegar a un clímax final del que, seguramente y si no eres de piedra, soltarás alguna lagrimilla.

Una pena que no se haya podido disfrutar de esta película en versión doblada en nuestros cines. Un pecado mortal dejar huérfanos a pequeños y mayores de su disfrute en pantalla grande. Yo la tuve que ver en VOSE, pero espero ansioso su salida en formato doméstico para ponersela una fría noche de otoño a mis pequeños, y que descubran ese universo mágico que nos regala Tomm Moore.




0 comentarios:

Publicar un comentario