¿Arnold Schwarzenegger y zombies? Esta peli tiene que ser un festín de acción y gore. Pues nada más lejos de la realidad, querido lector. Esta vez el tito Arnie se nos pone serio y melancólico, en un drama de buena factura que seguro que hará correr a los fans del gore, pero que agradará a quien guste de los buenos dramas familiares.
Maggie ha sido atacada por un zombie. Le quedan ocho semanas de "vida" hasta que se convierta en uno de ellos. Durante la metamorfosis, Wade, su padre, deberá debatirse en si la interna en un centro de cuarentena estatal, donde los zombies son recluidos, o bien le evita el sufrimiento y termina por la via rápida...
Va a hacer bien el Festival de Sitges en proyectarla en primera sesión de la mañana, porque esta película la ponen en un Midnight y arde El Retiro entero. Y no es que sea mala, de hecho tiene su puntito agradable, pero nada que ver con masacres zombies ni nada por el estilo. Maggie es un drama familiar adaptada al fantástico, como ya lo hiciera la serie In The Flesh, de la que podeis leer la reseña aquí. Y es que, como ya hemos dicho en alguna ocasión, se han puesto bastante de moda este tipo de dramas "post-infectados", donde se retratan los distintos dramas sociales que pueden aparecer tras la pandemia mundial. Ya sea, como en Extinction, un drama de supervivencia, o como en Maggie, algo que toca más en hueso, el cómo afecta al nucleo familiar el que uno de sus componentes sea un infectado.
El debut de Henry Hobson en la dirección es más que correcto, y algunas de las secuencias que planifica están muy logradas, como ese final visto en el reflejo del iris de la chica, excelente. Más teniendo un guión escrito a tres manos, lo que resulta siempre algo complicado en trasladar la idea a la pantalla. Pero gracias a una buena dirección de actores, el director sale airoso. Arnold Schwarzenegger la verdad es que está soberbio en el papel de padre, contenido y verosímil en cada secuencia (aunque hable bien poco). Una Maggie interpretada por la ya adolescente Abigail Breslin (la niña de Pequeña Miss Sunshine) retratando al detalle su metamorfosis, y como secundaria de lujo, Joely Richardson, en el papel de madrastra de la chica, que aporta algo de seneridad y pausa a la película.
El resultado es una película sensible, sin caer en la sensiblería. Un padre con un gran debate interno sobre el qué hacer con su hija, una hija que sabe que dentro de ocho semanas no sabrá lo que es "vivir", ni amigos, ni novios, ni nada, y que puede terminar internada en un centro con otros zombies esperando una cura a su enfermedad. De hecho, si cambiamos el "problema zombie" por otro tipo de enfermedad terminal, un cáncer o algo por el estilo, se adaptaría perfectamente al guión y el resultado sería el mismo.
Ojo, no caigais tampoco en la trampa en pensar que es una tv movie. Ya sólo por estética difiere totalmente de ese subgénero maldito. Realmente, tiene más que ver con una estética indie algo sombría que con otra cosa. Maggie es una película honesta y sencilla, muy de personajes, y es por eso que consigue transmitir algo de belleza que capte nuestra atención. Y es que Maggie, sin ser un peliculón, cumple y lo hace bien. Abstenerse jovencitos con sed de gore.
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