¿Qué pasaría si un astronauta negro llegara en misión espacial a la luna, y una vez allí fuera capturado por una colonia nazi que lleva instalada en la cara oculta desde 1945? Pues esta idea tan marciana es la que propone esta cinta de origen finlandés que se estrena esta semana en nuestras salas.
Planteada como una sátira política más que otra cosa, riéndose tanto de la Alemania del tercer Reich como de los estamentos políticos actuales (la ONU parece una reunión de vecinos). Un guión de los más flojito, falto de ritmo, aunque con algunos gags bastante buenos, pero escasos. Como punto a favor, los FX, sobretodo los de la colonia alemana lunar, que son destacables para el poco presupuesto de la peli
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