Harry es un ladronzuelo de poca monta que después de un atraco fallido, se ve involucrado en un embrollo entre famosos de Hollywood, estafadores, aspirantes a actores y amores de la infancia. La situación le coje un poco desprevenido, pero contará con la ayuda de Perry Van Shrike, un detective privado de lo más original.....
Hay dos maneras de enfrentarse a esta película: como un ejercicio de cine negro fallido, o bien como una comedia, con lo que disfrutarás de lo lindo. Porque aunque tenga todos los típicos tópicos del cine de detectives y la trama no es tampoco muy rebuscada, el éxito de esta película recae en varios detalles. Primero: unos personajes de lo más curioso: Harry es un ladron de poca monta con una moralidad bien curiosa (un más que correcto Robert Downey Jr.). Luego está el detective "Gay Perry" (enorme, en todos los sentidos, Val Kilmer). A éstos los acompañan la chica mona de turno y unos secundarios curiosos.
Segundo: un montaje que le imprime el ritmo adecuado durante todo el montaje. No le importa tirar de flashbacks cuando lo requiere, de ser trepidante en algunas escenas de acción, o más pausado cuando el tema se pone más romanticón. Y tercero: un guión bastante cuidado. Aunque la trama no es muy original, la gracia recae en los diálogos y situaciones entre ellos, y sobretodo, cuando aparece el personaje de Val Kilmer (Gay Paris). Aparte, literalmente se mofa de todo el establisment hollywoodiano de una manera más que correcta. Por el cuchillo pasan desde productores, actores, e incluso las jóvenes promesas femeninas.La verdad que no conocía la peli y ha sido una grata sorpresa. No llega a ser una genialidad del estilo de Arizona Baby o Gran Lebowski de los Coen (aunque lo intenta en momentos), y aunque en la parte final pierde un poco de fuelle y se convierte en más una película de más de acción, es una muy buena comedia que recomiendo ver, sobretodo, en compañia, que es como mejor se digieren este tipo de cintas.
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