martes, 28 de mayo de 2013

HATFIELDS & McCOYS


Anderson Hatfield tiene un negocio familiar maderero en el sur de Virginia. Randall McCoy siembra los campos de maíz de Kentucky. Aunque únicamente les separa el rio Tug Fork, hay antiguos rencores originados cuando ambos luchaban juntos como confederados durante la Guerra de Secesión. Una vez terminada la guerra, un par de conflictos "menores" entre familias hace que la situación estalle, originando así un enfrentamiento sangriento que duraría más de 30 años.....

¿Será Kevin Costner el nuevo John Wayne? La verdad que el tío en el western se sale (otra cosa es cuando hace otro tipo de papeles). Ya demostró grandes dotes para este género con Bailando con Lobos, Wyatt Earp o Open Range, y tanto por su expresibilidad y sus dotes encima de un caballo, son papeles que le vienen como anillo al dedo. Aquí hace el papel de patriarca de los Hatfield, apodado "demonio" al que no le tiembla el pulso para tomar decisiones en momentos complicados. En cambio Bill Paxton hace el papel de Randall McCoy, un siervo del señor con una gran adicción al alcohol (un papel que tampoco sabe lucir demasiado). Luego del reparto sobretodo destaca un casi irreconocible y orondo Tom Berenguer.


La historia del conflicto familiar es terrible. Imaginar que una sencilla disputa por un cerdo puede acabar en tremendo río de sangre. Porque a los miembros de ambas familias no les tiembla el pulso a la hora de dar pasaporte a quién se les ponga en su camino. Y no lo hacen de una manera elegante (no estamos en Inglaterra). Si hace falta un par de tiros por la espalda, o que un pelotón de fusilamiento acribille a tres chiquillos, pues se hace y punto. Lo que si que no han sabido solventar correctamente ha sido el final. Que aunque fue realmente como así pasó, no le hubiera venido del todo mal alargar un poco más los momentos más dramáticos (aunque hay alguno muy bueno, como el momento pescando entre "demonio" y su hijo)


No menos curioso es que una película así, que describe tan genialmente los finales del s.XIX americano, se haya rodado en Rumanía. Supongo que la actual zona americana habrá quedado forestalmente despoblada con el paso del tiempo. Todo el apartado artístico de la serie está de 10: decorados, maquillaje, vestuario, incluso una BSO digna de cualquier película de estreno. La direeción correcta: no es que tenga tremendos planos paisajísticos como harian los mejores Coen, ni tampoco esté rodada en formato videoclip. Simplemente se ciñe al guión. Y en cuanto al reparto, aparte de los tres ya mencionados, el resto cumple el papel con un suficiente justito, sobretodo ellas.

En definitiva, un telefilm para aprovechar un lluvioso fin de semana y poder verlo en un día o dos. La historia lo merece, una historia que aunque las familias luchaban por sobreponer su nombre sobre el de la otra, sólo ha conseguido que vayan en paralelo, ya que no se puede hablar de los Hatfields sin los McCoys, y viceversa. Especialmente para aquellos a los que nos gusta el western un poco más oscuro

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