Lucy es aparantemente (y por culpa de su trailer) una película pseudo-científica disfrazada de thriller de acción, tan mala que no cumple con ninguno de sus dos cometidos. Como película scifi se dedica a lanzar teorías facilonas y nada contrastadas sacadas de la wikipedia, como la que el ser humano sólo utiliza un 10% de su cerebro. Como thriller de acción tampoco, excepto por un inicio algo prometedor, la película luego deriva a una acción más estática (salvando la típica persecución automovilística).
Lucy es obligada por una red de narcotraficantes coreanos a hacer de mula, introduciendo en su abdomen un kilo de una nueva droga para pasarla a los EEUU. Tras un incidente, la bolsa se le rompe y gran cantidad de la sustancia es absorbida por su torrente sanguineo. La droga azul (hola Heissenberg) acelerará las células del cerebro de Lucy, llevándola en un corto espacio de tiempo a utilizar más del 50% de su cerebro, lo que la convierte en un objetivo imparable...La historia no tiene mal punto de partida, y generaba expectación de película de acción tipo Transporter o Crank. El problema es que deriva a un chascarrillo darwiniano puesto en la boca de un Morgan Freeman que hace de Morgan Freeman (su papel es ciertamente terrible, como últimamente todos los que hace) que no pasa ni obligado con un embudo como a las ocas. Y debido a esa parte de la historia, perdemos el hilo de la trama principal, y lo que es peor, un villano que podría haber dado mucho más juego, el interpretado por Choin Min-Sik (alias Oldboy). En este punto, la película llega a niveles de tostón como la anterior Transcendence de Johny Depp. Dos películas demasiado presuntuosas para lo que realmente son.
El guión está repleto de incoherencias y vacios abismales. SPOILER: no es posible que pudiendote comunicar a través de varios canales diferentes, y con todo el conocimiento que aparentas tener, le pidas ayuda a un viejo darwinista cuando ya sabes más que él, hagas 12h de avión para ir a verle pudiendo viajar de otras maneras más rápidas gracias a tus capacidades, y que se le queda con cara de tonto cuando depués de todo el barullo que lías, te transformas en un usb de 12cm con estrellitas FIN SPOILER. Los tres protagonistas quedan totalmente planos, y toda la teoría se va por el garete al primer interrogante. Lo único casi salvable es el montaje, que si aporta un ritmo elevado y hace que la película pase rápido.
No sólo de Scarlett Johansson vive el cine (ni el hombre). Cierto que es un gran reclamo para que el público mayoritariamente masculino acuda a las salas, y más si es en una "película de acción" y no en derroteros algo más elitistas e intelectualoides como Under The Skin de Johnatan Glazer. Lo de Luc Besson ya se veía venir: después de León (El Profesional) y El Quinto Elemento no levanta cabeza el pobre.
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