lunes, 13 de mayo de 2013

STOKER

Este año habia una cita que no podia eludir, y era esta Stoker, el salto de mi admirado Park Chan-Wook a los EEUU y el miedo de que fuera corrompido por la industria yankie:


India Stoker pierde a su padre el mismo día que ella cumple 18 años. Un padre al que le unía una relación especial. Al mismo tiempo, en el velatorio, aparece el "tío Charlie", un personaje misterioso de que ni ella ni su madre han oido hablar, pero que causa cierta inquietud en el resto de parientes y amigos de la familia......

He respirado bien tranquilo cuando ha comenzado la película, una intro bellísima donde se nos presenta India, una chica alienada, de las que vive en un mundo aparte junto a su admirada figura paterna, y donde ya bien pronto se van cimentado los pilares sobre los que se asentará la película. De hecho, toda la película lleva el inigualable sello visual de Park Chan-Wook y su equipo habitual (director de fotografía y dirección artísitca) y es un poema pseudo-erótico donde hay cientos de recursos habituales del director: sombras, espejos, simetrías, planos muy bien estructurados, naturaleza y sangre.

La trama principal no es nada original, pero el director coreano juega bien sus cartas, y centra toda su poderío en el personaje de India más que en el del tío. Con secuencias muy creativas, pero con casi todo silencios o relatos en primera persona, nos muestra las dificultades de la chica en su camino hacia la madurez, de ese final de la incocencia que reza el poster, recalcado a veces por un objeto femenino tan fetichista como los zapatos, o ese camino al orgasmo que no llega a concebirse en el piano. Todo un juego que, ayudado por una gran inerpretación del trío protagonista, hace de la primera hora de la película todo un disfrute.

Pero luego viene la decepción, ya que tras un buen arranque prometedor, parece como si le faltara algo de las anteriores películas de Park sí tenian. Un vistazo rápido al libreto de la sala me advierte que el guionista es un tal Wentworth Miller (luego me entero que es el Michael Scofield de Prision Break). Aunque el juego de seducción entre el tío Charlie y madre e hija va en aumento con algún subidón de tensión sexual, toda la trama es predecible. Es verdad que Park sabe desgranarlo poco a poco, incluso con montajes paralelos, pero esperaba en el desenlace algún tipo de giro sorprendente que nunca llegó, y no se si tomarlo como un ejercicio de honestidad por parte del director, o de poca inventiva por parte del guionista.

En definitiva, Stoker es un buen thriller de género con muchos guiños a los más cinéfilos. El principal, el apellido de la familia, como la del escritor de Drácula (ahí estarian los vínculos de sangre y la parte más sexual de la peli), y otro claramente visible un homenajea Hitchock en toda regla: desde el "tio Charlie", mismo personaje de la película del director británico "La sombra de una duda" hasta llegar a una sorprendente escena en una ducha, como en "Psicosis".

Total, que sin ser una obra maestra, es lo más decente que se puede ver últimamente, y desde luego, tras Django Unchained, la mejor película que he visto de estreno en mucho tiempo. Al final a Park Chan-Wook le ha quedado una película comercial (habría que ver el contrato y las cláusulas que firmó) para lo que es su estilo, con imágenes más impactantes. Si os ha gustado, yo os recomendaría toda su cinematografía, aunque me centraría en su "Trilogía de la Venganza"




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