La seguridad del planeta Tierra está en problemas. La Federación
ha sido atacada en dos de sus puntos claves por un terrorista
excomandante de la flota. El capitán Kirk y la tripulación del
Enterprise son asignados para la misión de buscar y eliminar al
enemigo....
Pero vayamos a la película en sí. Se agradece que al ser una segunda parte, la película empiece directamente al grano. La intro al principio descoloca un poco, pero cuando ves emerger al Enterprise al ritmo de la música (momentazo) la cosa cambia. Luego la presentaciónd el villano, un muy buen malo al que le da vida Benedict Cumberbatch (el de Sherlock), con una presencia sublime, fría y misteriosa a la vez. Luego con la misión espacial la cosa vuelve a sus origines, el espacio, las curvaturas, teletransportes y un largo etcétera de guiños a los fans más ochenteros. Un buen giro argumental para no caer en el recurso fácil y previsible, y punto final. Misión Cumplida.
A Abrahams se le nota mucho que se mueve mejor con las escenas de acción, y las rueda como nadie. Es sólo cuando baja de nuevo a la tierra, en las relaciones entre los personajes, donde peca de previsible, pero bueno, tambien es donde peca casi todo el mundo. Es de agradecer que no le haya dado un venazo a lo Snyder y lo haya rodado todo cámara en mano. Técnicamente la película es perfecta, y si a eso le añadimos que la película va aliñada con la música de uno de los mejores compositores contemporaneos, pues mejor que mejor. Michel Giacchino consigue una partitura simple, pero efectiva, que hace que en cada secuencia donde aparezca el Enterprise se te pongan los pelos de punta.
Buena película de ciencia ficción como las de antes, directa al grano, y con pocos reproches. En este momento que el calor aprieta, nada mejor que hacerte una escapadita al cine en buena compañia y unas palomitas. Aprovechar ahora, que es una película para ver en pantalla grande, luego en casa no se disfruta igual
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