Cuando era poco más que una adolescente, Hana se enamoró de un Hombre
Lobo. Puede parecer extraño, pero durante trece años fueron inmensamente
felices, y tuvieron dos hijos: Yuki y Ame, que nacieron también con la
capacidad de convertirse en lobos. Tras la repentina muerte de su
esposo y debido a las presiones de los vecinos, Hana decide mudarse al campo para así criar a sus hijos en un
entorno tranquilo, donde sus extraordinarias facultades no sean
descubiertas. Sin embargo, al crecer, Yuki y Ame deberán decidir si
quieren vivir como humanos o como lobos. Un hermoso cuento salido de la
imaginación de Mamoru Hosoda, que ya nos maravilló con The Girl Who
Leapt Through Time y Summer Wars
Maravillosa película de animación contada en tercera persona, desde el personaje de Yuki, en honor a su madre (Hana), de como luchó para criar a sus dos hijos especiales y tenerlos escondidos de las miradas extrañas, de como más allá de estancarse y rendirser saca fuerzas de flaqueza para llevar adelante una casa en una zona rural y consigue cultivar un huerto totalmente inerte gracias a su empeño y a su estudio.
Una película que en nivel argumental bebe mucho del maestro Hayao Miyazaki, sobretodo de Mi Vecino Totoro, aunque Mamoru Hosoda consigue llevarla a su terreno y centrarla más en los personajes, quitandole parte de la magia típica de los Studio Ghibli para darle un toque más de veracidad, sin rehuir en ningún momento de la fantasia. Wolf Children se centra en el núcleo familiar (como ya pasaba en Summer Wars) y en la capacidad de cada individuo para buscar su indentidad y su lugar en este mundo. En ese sentido el mensaje es claro: sigue siempre tu propio camino, ese que te llene más o creas que te conviene, pero nunca reniegues de lo eres, porque eso será algo que te acompañará toda la vida.
Técnicamente es un prodigio, combinando a la vez animación más o menos con toque infantil (los lobitos cuando son pequeños son adorables) con un renderizado magistral cuando se tratan los planos y travellings en las zonas boscosas (esas cataratas se podrian tocar con las manos). Sin lugar a dudas, Mamoru Hosoda es un director a tener en cuenta ahora que el maestro Miyazaki se retira.
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