Vamos a por el hype del año producido por Mediaset y que ya se está encargando de colárnoslo hasta en la sopa. Aunque detrás estén las figuras de Daniel Monzón y Luis Tosar (actor y director de la buena Celda 211), y actores de renombre como Eduard Fernández, Sergi López o Bárbara Lennie, hay algo que me chirría en esta historia, y no es otro que el llamado "Niño", un tal Jesús Castro, que viene pisando fuerte para quitarle el puesto de "calientabragas" a Mario Casas.
Jesús y Eva son dos agentes de policía antidroga que llevan dos años investigando a una mafia internacional que quiere utilizar la ruta del hachís del Estrecho para introducir cocaína en España. Por otro lado, El Niño y El Compi quieren introducirse en el mundo del tráfico de hachís, un negocio de dinero fácil y adrenalina, para ver cumplidos sus sueños de una vida mejor...
El comienzo del niño es realmente bueno: puro thriller policial apoyado en buenos tiros de cámara de Daniel Monzón, a través de contenedores portuarios, rotondas, o por medio de Gibraltar. En ellos, Luis Tosar (con un peluquín de risa) y Barbara Lennie, más que correctos, aportan profesionalidad a la cinta en una trama de narcotráfico internacional, algo nada nuevo en cuanto a idea original, pero que gracias al ritmo y a que los escenarios resultan cercanos, te enganchan a la trama.
Luego se abre una historia paralela con la historia de El Niño. Una linea argumental floja, la típica del chico guaperas de baja cuna que busca el sueño de una vida mejor. Lo peor de esta segunda historia es sin duda el reparto, del que sólo se salva un algo experimentado Jesús Carroza como El Compi, que aporta algo de frescura a los diálogos. El tal Jesús Castro (El Niño) es un palo, tanto le da si se toma una cerveza, le persigue un helicoptero policial, o le echa un polvo a la novia, la pose y el gesto son los mismos. El resto de la cuadrilla (Said y su hermana) son sin duda lo peor de la película.
El resultado de juntar esas dos líneas en una misma película es algo extraño, como un tira y afloja. La historia policial cumple su función, aunque tampoco hubiera estado mal profundizar un poco en el personajes de Tosar, sobretodo a nivel dramático y algo más de continuidad con la trama del inglés. Las secuencias de acción están muy bien rodadas y destaca por la ausencia total de cromas, por lo que la sensación es de mucha realidad y verosimilitud. Pero es que luego con la historia de El Niño Mediaset nos vuelve a colar una historia típica y pamplinosa, y lo que es peor, que lastra y ralentiza la linea policial. Eso sí, cumple su objetivo de alzar a un nuevo sexsymbol adolescente al estrellato. Un morenazo de ojos claros que algunos tienen hasta el valor de comparar su mirada con la de Paul Newman (sacrilegio!!)
Así que no os dejeis engañar. Esta película no tiene nada en común con The Wire o las películas de Steve McQueen, como la han estado promocionando. Es una película de aprobado justito, del que ya nos tiene bien acostumbrado Hollywood con productos muy parecidos y de pésima calidad. Pero al menos es un soplo de aire fresco en el cine patrio, gracias a un director que poco a poco se va haciendo sitio, aunque lástima que su producto se vea tan prostituido ante la voluntad de ciertas productoras.
Sólo permitirme una recomendación: si quereis thrillers inquietantes como aquellos French Connection o The Wire: echarle un vistazo al cine asiático, perlas como THE YELLOW SEA, DRUG WAR o ELECTION, así con mayúsculas....
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