Siempre es un gustazo volver a disfrutar de Black Mirror, aunque sea sólo en este especial de Navidad, de poco más de 70' de duración. Para refrescaros la memoria, Black Mirror es una mini-serie que consta de tres episodios por temporada (ya llevan dos), y que reflejan los problemas de una sociedad futura no muy lejana y de la tecnología que los rodea, ya sea a través de realities, gadgets incrustados en sus cuerpos, o software que utilizan.
Es ahí donde reside el éxito de la serie creada por Charlie Brooker, ya que viendo el recorrido que lleva la tecnología en nuestros dias, no es difícil empatizar con los personajes de las series y los problemas en un futuro cercano, y lo que es peor, llegar a sentir miedo. Porque eso es lo que retratan los magistrales capítulos de los que se componen cada una de las dos temporadas: MIEDO, ya sea a perder un ser querido, miedo al fracaso, miedo ante el engaño, etc.
Para este especial navideño el creador ha elegido a Carl Tibbets como director, al que ya conocía por haber dirigido "White Bear", el segundo capítulo de la segunda temporada. Un capítulo que era bastante crudo, donde una multitud de personas perseguía a una desconocida grabándola todo el rato con sus smartphones, y sin ofrecerle ningún tipo de ayuda (¿os suena la situación?)
Este especial "White Christmas" tiene una estructura diferente: hay una historia central en una lejana cabaña en la nieve, donde sus dos ocupantes Matt (John Hamm) y Joe Potter (Rafe Spall) se disponen a charlar después de casi tres años sin hacerlo. Joe es el más introvertido, es por eso que Matt primero le contará dos historias de lo que hacia antes de llegar a la cabaña, para que Joe le cuente la suya. Esas tres historias y la central son los cuatro miniepisodios de los que se compone White Christmas, y en ellos veremos como en un futuro cercano podremos bloquear a las personas, ya no sólo en facebook ni twitter, sino presencialmente, o como podemos contratar "consejeros de citas" a control remoto y riguroso directo, o abandonar a nuestra consciencia en un curioso gadget y hacerselas pasar putas.
Para ello, artísticamente cuenta con cuatro actores con cierto peso en las series televisivas: John Hamm (Mad Men), Rafe Spall (La Vida de Pi, Prometheus), y Oona Chaplin y Natalia Tena, ambas españolas y que curiosamente estan triunfado fuera (¿o no tan curiosamente?), en series importantes como Juego de Tronos. Así que el nivel artístico está asegurado, y si le sumamos el buen hacer visual de la serie, gracias a una fotografía del color blanco más puro, que contrasta con el negro de su título, tenemos una serie que es muy agradecida de ver.
Así que no tardeis en verla, ya sea en V.O.S.E. gracias a vuestros "gestores" favoritos, o el 29/12 a través de TNT. Black Mirror siempre es sinónimo de calidad, y este especial no iba a ser menos. Enjoy!
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