Musarañas es la primera película producida por Pokeepsie Films, empresa propiedad de Alex de la Iglesia y Carolina Bang, y en la que debutan en la dirección Juanfer Andrés y Esteban Roel. Una apuesta por el cine fantástico, tan productivo y a la vez menospreciado en este país, pero que gracias a que ha caido en buenas manos y no en otras (Mediaset, por ejemplo) aporta mucha frescura, originalidad y toques de gore al producto final.
España, años 50. Montse (Macarena Gómez) ha perdido su juventud cuidando
de su hermana pequeña, con la que vive en un siniestro piso del centro
de Madrid. Tras la muerte de su madre, su padre (Luis Tosar) huyó
cobardemente dejándolas solas. Montse padece agorafobia pero no lo sabe y
se esconde de la vida, entre cuatro paredes, volviéndose cada vez más
obsesiva y desequilibrada. Trabaja de costurera y el único eslabón que
la une con la realidad es su hermana. Un día ocurre algo extraordinario:
Carlos (Hugo Silva), un vecino joven e irresponsable, se cae por la
escaleras y pide ayuda llamando a la puerta de Montse.
Si por algo es destacable la película es, sin duda, por el papelón con el que se luce Macarena Gómez, personaje por el que discurre toda la historia. La actriz, que ya había demostrado su buen hacer en el género con largos como Sexykiller y muchas más apariciones en cortometrajes, en Musarañas aprovecha sus cualidades físicas (casi tísica, con ojos saltones, le otorgan un aire muy enfermizo) y sus cualidades interpretativas para bordar a una ama de casa esquizofrénica y maniática, obsesionada con los cuidados de su hermana pequeña, una más contenida Nadia Santiago que también hace un buen papel. Para ser justos, todos lo hacen bastante bien, hasta Hugo Silva, que es uno de mis actores más atizados y que no me convence lo más mínimo. Y poco sorprendente (muy en su línea) de personaje cabreado y antipático, un Luis Tosar que las pocas veces que aparece llena la pantalla con su presencia. Enorme actor.
Otro punto a favor de la película, y un tanto peculiar, es que aunque sus directores sean noveles, uno no se da ni cuenta, gracias a un fantástico trabajo de planificación, que a pesar de rodar en un pisito antiguo de Madrid, dominan perfectamente todo el espacio y la iluminación, incluso llegando a parecer que estamos en una casa más grande. Sólo es en los momentos más "locos" donde notamos las verdaderas dimensiones de la vivienda.
Y es que, Musarañas, a las que todos podrian comparar con una mezcla de telemovies como "Amar en Tiempos Revueltos" o "El Tiempo entre Costuras", pasado por un filtro tipo "Misery", no cae en la trampa. Suponemos que gracias a la mano de Alex de la Iglesia, la película tiene tambien un cierto tono de humor negro, y sobretodo, un final acelerado que se lanza a los brazos del gore más gótico, muy del estilo de las primeras películas del director. Pero aún con todo ese final alocado, la historia en conjunto es bastante honesta y creíble, sobretodo en una España negra de la que poco a poco vamos descubriendo sus imperfecciones. Y es que ya es hora de abandonar el manido recurso de la Guerra Civil en el cine patrio. La edad de los espectadores ha cambiado, y poco nos importa ahora lo ocurrido en el 36. Hay que mirar hacia delante, eso sí, sin perder la perspectiva de lo que dejamos atrás para que no vuelva a ocurrir.
Resumiendo, Musarañas es una gran película dentro de "ese" nuevo cine español que todo dios quiere ensalzar, pero a la que seguro dejarán de lado, tanto en promociones como en esos corruptos "Premios Goya". Macarena Gómez da un golpe en la mesa para llevarse el premio a la mejor actriz, y sus directores para el Novel, Pero desafortunadamente han elegido una película de cine fantástico para hacerlo, un género del que, a pesar del talento que tenemos en nuestro país, es apabullado ante otros productos mucho más infames, pero que se llevan la palma en cuanto promoción.
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