Becca y Tyler aceptan pasar una semana en casa de sus abuelos maternos, a los que no conocen. Ilusionados por la aventura, deciden grabarlo todo para hacer un documental. El problema viene cuando, por las noches, el comportamiento de su abuela se torna extraño, afectada por un síndrome crepuscular...
Muchos pensaban que con “La visita” M. Night
Shyamalan podría llegar a redimirse ante sus fans tras esos dos fiascos
que son Airbender y Afterearth. El argumento no estaba mal del todo y
sólo quedaba comprobar como el director de El Sexto
Sentido le daba forma a la historia, y se desenvolvía con la cámara en
mano, ya que La Visita es un found footage protagonizado por dos
adolescentes.
Y el resultado es bastante regular, más en el
contenido que en el continente. Sin ser una historia nada original, el
guión no está mal del todo: la línea argumental avanza sin trompicones,
soltando pistas de lo que tras una hora estará
por venir, justificando cada una de las acciones. Los movimientos de
cámara, pese al formato found footage, es más que correcto, nada que ver
con otras películas mucho más alocadas del género, con constantes
interrupciones y ruido de señal. M. Night Shyamalan
consigue darle sentido a cada plano, se nota que están bien planteados,
y que en cada uno de ellos quiere dar información para los más
avispados. En esos dos aspectos, la película es más que correcta.
El problema viene, principalmente, en el
desaprovechamiento de toda la tensión que puede tener una historia como
la que explica. El elemento más torpe, pese que para algunos les parezca
un contrapunto cómico (yo no le veo la gracia por
ningún sitio), es el papel del niño protagonista, que no hace más que
torpedear el hilo narrativo a base de un pseudorap bastante patrañero
(normal, tratándose de un niño de 10-12 años). No se el por qué de este
personaje, viendo el éxito que ha tenido Shyamalan
aplicando otro perfil de niño en sus películas. Sin duda, un niño más
introvertido, más observador, y sobretodo, menos payaso, le hubiera
sentado de fábula a la película.
Otro punto débil, y que es un fallo de base ya que
en el found footage no existe la ambientación musical, es la falta de
banda sonora. Quizás rodando en formato normal donde sonasen los acordes
de su compositor habitual, James Newton Howard,
la película hubiera ganado muchísimo en tensión. No hace falta sino
recordar como funcionaba a las mil maravillas en películas algo menores
del director, como El Incidente o La Joven del Agua.
Esos dos puntos, sobretodo, son los que no me dejan
entrar en la película, ni que me cause ningún tipo de incomodo. Sí que
tiene un par de momentos decentes donde te puedes llegar a asustar, sí
que el problema de los abuelos, ese tipo de
aparente demencia tan imprevisible te puede llegar a inquietar. Luego
me gusta cómo va desgranando la información, el tema de los
extraterrestres, de los vecinos, y el desenlace me parece más que
correcto, sin estridencias y todo muy acorde. Lo que ya no me
gusta es que caiga en las trampas del desenlace de Señales, esos ecos
al pasado en forma de traumas, que se solucione la historia de ese modo,
cuando los protagonistas podrían haber actuado de otra manera mucho más
justificada, hubiera sido lo más correcto
y coherente.
Resumiendo, que no está mal la película. Mucho
mejor que After Earth o Airbender, donde va a parar. Pero donde seguimos
viendo a un M. Night Shyamalan algo desdibujado, que no sabe donde
asentar toda esa maestría que sin duda tiene como
fotógrafo de escenas, y que tras La Joven del Agua, y sobretodo por
culpa de los guiones, o de la megalomanía de los proyectos, le han
tenido deambulando por el Hollywood más vulgar y nocivo. Una pena
Michael, tú antes molabas
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