Esta semana estamos en el 34ª Festival de Cine de Terror de Molins de Rei, que empezó el pasado martes y nos tendrá ocupados hasta el fin de semana. Bien es cierto que los días fuertes son el viernes, con la doble sesión de Cortometrajes a concurso (donde se entregará el Melies d’Argent), y el sábado con las 12h de Cine de Terror.
Pero entre semana la programación también resulta de lo más atractiva. Bien es cierto que son películas poco conocidas, y con presupuestos bastante ajustados, pero ya han pasado por festivales como Nocturna o FantBilbao, y algunas de ellas han dejado buenas sensaciones. Las patums las reservan para la Maratón del sábado, que este año contará con buenas películas como Deathgasm, Turbo Kid o The Hollow, que algunos ya pudimos ver en Sitges.
Como película inaugural, THE HOUSE OF PINE STREET nos demostró que con poco presupuesto, excelentes ideas y una buena protagonista, se pueden hacer películas de calidad. Peca de primeriza en un desarrollo donde se abren demasiadas puertas, a veces, innecesarias, y con un desarrollo donde se plantean diferentes finales. Pero como película de terror psicológico, y como ejemplo del leifmotiv de este año del festival, cumple un muy digno papel.
El martes continuamos con la retrospectiva del día, y la película que sirve como inspiración del cartel de la edición de este año: Repulsión (Roman Polanski, 1965). Una película donde un Roman Polanski casi iniciático retrataba con maestría los problemas mentales de una inmigrante belga en Londres, desatándose en un ataque de androfobia enclaustrada en su piso. Quizás la película no haya envejecido del todo bien, pero ya se podía atisbar los recursos de Polanski a la hora de rodar este tipo de thrillers, a los que añadía trazas un tanto surrealistas, rozando la comicidad. La proyección terminaba con una cena-coloquio sobre la película.
La sesión nocturna corría a cuenta de THE HOLLOW ONE, con la presencia de su protagonista y productora a la vez. Sin duda, la película más floja del martes. Una idea extraña, que recordaba en cierto modo a Hellraiser, pero que no consigue explotar ni como película de género, ni como el drama familiar que plantea. Un montaje demasiado confuso, que no nos deja engancharnos a una trama lineal, cargado de flashbacks y parones, un “monstruo” que no inquieta, y una relación entre personajes que no causa ni la mínima inquietud.
Resumiendo, una primera jornada muy decente, y donde me sorprendió la afluencia de público (comparando con la edición del año pasado). Y es que está demostrado que la gente no es tonta, y festivales como Molins que hacen el esfuerzo en poner entradas a precios atractivos, el público responde.