viernes, 3 de enero de 2014

INSIDE LLEWYN DAVIS

Enturbiado por la enorme calificación que le ha dado la crítica me he animado a que ésta sea mi primera película del 2014, por encima de otras como La Gran Belleza o Nymphomaniac. Me hacía mucha ilusión la idea de que unos hermanos Coen (últimamente venidos a menos) hubieran vuelto a sus orígenes. Craso error. Porque intentar hacer una película entretenida a base de música folk y un protagonista sin carisma es complicado, y eso ni los hermanos Coen, ni Fincher, ni Eastwood, creo que sean capaces de conseguirlo. Por muy bien que lo haga el actor principal (sublime Oscar Isaac), por impecable que sea la dirección, ni una fantástica fotografía. Si la película no consigue inquietar (para bien o para mal) para mí es una mala película.

Nueva York, años sesenta. Llewyn Davis es un joven cantante de folk que vive en el Greenwich Village. Con su guitarra y viejos recuerdos a cuestas, durante un frio e impecable invierno, lucha por ganarse la vida como músico, sobreviviendo gracias a la ayuda de sus amigos y de algunos desconocidos a los que prestan un sofá donde dormir... 


Inside Llewyn Davis intenta volver a ese género tan propio de los Coen que era el de crear perfectamente antihéroes, desde el McDunnough (Nicolas Cage) de Arizona Baby hasta El Nota de El Gran Lebowsky. De hecho, la película en cierta manera tiene algunos puntos en común con O'Brother, una de sus últimas grandes películas (después llegó el declive, exceptuando No es Pais Para Viejos), ese Ulises en busca de Ítaca, su lugar en el mundo. Pero a diferencia del resto de su filmografía y para mí uno de los errores más importantes es que no hay un secundario que le de el contrapunto al cantautor. Uno de los puntos claves de la filmografía de los Coen han sido sus secundarios, el hacer películas más corales evitando así que todo el peso de la película recayera sobre un mismo personaje.


Es por eso que Inside Llewyn Davis me aburre. Son unos Coen jugando a ser diferentes. Oficio tienen por lo que es raro que les salga una mala película. Para ser justos en su primera mitad no está del todo mal, con algunos diálogos y situaciones chisposos. El problema viene pasada la primera hora, cuando te das cuenta que no va a pasar realmente nada, que todo es prácticamente el mismo rollo, la decadencia del artista bohemio. Y para colmo un final vacío, buscando el nosequé. En definitiva: la desilusión, como ya me pasó en Crueldad Intolerable o Ladykillers

TRAILER:


0 comentarios:

Publicar un comentario