viernes, 21 de febrero de 2014

HER


Spike Jonze ya hace un tiempo que dejó de ser ese friki que dirigía los videoclips de los artistas más sobresalientes de principios del 2000 (Bjork, Fatboy Slim, Beastie Boys, etc). Visualmente novedoso pero a la vez cercano, que lo separaban del resto de directores como Gondry (mucho más fantasioso), dió el salto a la gran pantalla acompañado de un guionista más friki que él, Charlie Kaufman, con dos exitazos de ese cine disfrazado de indie, como eran Being John Malkovich y Adaptation. Luego los caminos de ese particular dúo se separaron y Spike Jonze se lanzó en solitario con Where the Wild Things Are, adaptación del cuento para niños de Maurice Sendak que solo gustó a los más fieles seguidores de Jonze. 

En un futuro no muy lejano, Theodore trabaja como escritor de cartas sentimentales online. A pesar de que hace más de un año se ha separado, sigue aferrado a los recuerdos junto a su exmujer, y vive de manera solitaria en su apartamento...hasta que se instala un nuevo sistema operativo basado en inteligencia artificial. Desde el primer momento Theodore y Samantha (el OS con voz de mujer) establecen una relación que va más allá de lo puramente tecnológico....

No se puede discutir que Her sigue manteniendo la particular imagineria típica del sello de su director. Con un estilo visual algo futurista, pero sin sobrepasar los límites de una ciencia ficción muy avanzada, algo así como ese futuro no muy lejano que ya pudimos disfrutar en los capítulos de la miniserie Black Mirror. De hecho, Her tiene muchos puntos en común con el segundo episodio de la segunda temporada de la serie de la BBC, la relación más allá de lo puramente tecnológico que establecen las personas con el software.

Spike Jonze nos presenta al estereotipo de persona que es capaz de establecer una relación antisocial con el resto de seres humanos, pero que está enganchado a la tecnología más puntera como puede ser videojuegos, dispositivos portátiles, salas de chat, etc. Vive anclado en su anterior relación, tan acostumbrado de tener algo que compartir con alguien, que cuando ese alguien ya no está, prefiere vivir del pasado que comenzar una nueva relación. Pero la relación con Samantha (su nuevo OS) es diferente, más real y directa, hecha a su medida según los criterios de un breve cuestionario que ha tenido que cumplimentar antes de la instalación. Y aparece ella, una Inteligencia Artificial con ganas de aprender más allá de todos los conceptos tecnológicos, todas las visicitudes del ser humano. Por ello se dedican los dos a observar, él como maestro observador y ella como ávida aprendiz, y Theodore se siente a gusto, vuelve a salir de su cueva, se relaciona con sus amigos que ven a Samantha como otra igual....

Y el espectador entra de lleno es esa dualidad, magníficamente interpretada por un Joaquin Phoenix al que le vienen al pelo este tipo de protagonistas, y una Scarlett que deja que todo su trabajo recaiga sobre un tono de voz suave pero grave, algo rota pero a la vez aterciopelada. Por eso es una pelicula fácil, sólo hay dos actores a los que les recae el peso de la película, aunque a veces intervienen algunos secundarios, como una Amy Adams en estado de gracia y a la que, a pesar de la brevedad del papel, consigue una empatía con el espectador mucho mayor de la que consigue en American Hustle donde está nominada.

Lástima que la película a medida que va avanzando va cayendo en la monotonía de todas las comedias románticas, y es muy previsible. Seguramente por culpa de la ausencia de ese gran amigo suyo y esplendido guionista que es Charlie Kaufman, que hubiera guiado la historia por otros caminos algo más sinuosos. Pensaba que iba a ver una película que iría un poco más allá de los patrones generales del cine romántico, tipo Olvidate de Mi (Michel Gondry) y me he visto inmerso a mitad de la película en la típica historia que podria haber protagonizado Sandra Bullock o Drew Barrymore. 

En definitiva, Her es de largo la película más comercial de Spike Jonze, por mucha estética hipster que la envuelva: música de Arcade Fire y Karen O., gafas de pasta y bigote, y camisas mao con pantalones de pinza de cintura alta. Pero es bonito ver como algunos directores se esfuerzan a presentar una ciencia ficción diferente, nada de monstruos ni platillos volantes. Un futuro cercano, y una historia más humana, como ejemplo de hacia donde nos lleva la tecnología actual. Preocupante o no? Ustedes deciden. Eso sí, la película es excelente.

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