Pero ésto no es nada extraño, si lo extrapolamos a un año de cine normal, de enero a diciembre, donde no más de 5 películas llegan a tener una nota alta. Hay que olvidarse del concepto de ir a un festival a ver obras maestras. Ese tipo de cine se cataloga con el paso del tiempo, y no instantaneamente, muy a pesar de algunos críticos que, empujados por el caudillismo de distribuidoras, no hacen más que ponerle las cinco estrellas a productos que, siendo notables, no llegan al estatus. Y sino, no teneis más que comparar unas con otras. En este festival, mi top 5 es el siguiente:
TOP 5 PELÍCULAS SITGES 2014
THE GUEST (Adam Wingard)
O como hacer un thriller convencional, que aún sabiendo como acaba desde el minuto uno, te atrapa a base de buenos personajes (Dan Stevens brutal), acción brutal, situaciones cómicas, y una bso que hará las delicias de todo adicto al EBM ochentero. La pareja entre Adam Wingard (director) y Simon Barret (guionista) sigue funcionando, y demuestran mayor madurez tras You're Next que sorprendió el año pasado.
THE BABADOOK (Jennifer Kent)
La mejor película de "miedo" que se ha podido ver en el festival, y que tengo grabada en la cabeza desde el primer dia de festival. Aunque es puramente un thriller de suspense, de como una mujer y su hijo tienen que hacer frente a los miedos desencadenados por la lectura de un libro infantil. No es terrorífica, pero la manera en que la directora es capaz de traspasar el miedo infantil al adulto es notable. Luego técnicamente, el apartado sonoro es espectacular, y con alguas secuencias dignas de maestros, como la onírica homenajeando el cine de Melies.
REALITÉ (Quentin Dupieux)
Monsieur Dupieux se hace adulto, y las bizarradas surrealistas de Rubber y Wrong, han dejado paso a una película que, al igual de surreal de sus hermanas, al menos contiene un mensaje. Realité es como aquellas muñecas rusas, las matrioskas, donde vas abriendo y siempre aparece otra dentro. Una mezcla de cine y sueño, interpolando secuencias entre ellas diferentes, pero que a medida que pasa la película todo va cogiendo sentido, aunque dejando la libre interpretación a manos del espectador. Tres bien.
RELATOS SALVAJES (Damian Szifron)
Que pasaría si a la población argentina (o de cualquier parte del mundo) se le inflaran las pelotas cansados ya de poner la otra mejilla ante tanta corrupción y choriceo. Pues eso es lo que explica Relatos Salvajes, a modo de seis episodios, donde refleja en cada uno un ejemplo distinto de situación, reflejando varios ámbitos de la sociedad. Y todo con un toque cómico que te hace partir de risa, y sin olvidar el toque macabro que tanto nos gusta al público de festival.
TUSK (Kevin Smith)
Kevin Smith está en el punto final de su carrera, y eso se nota de manera que con Tusk ha hecho una película que no tiene nada que ver con el resto de su obra. Seguramanete Tusk no es un ejemplo de narrativa, siendo en esos puntos un tanto irregular, pero en su parte final es bizarra y crea unas secuencias que se te quedan grabadas en la cabeza, y lo que es mejor, arranca los aplausos de una platea que ansía ver atrocidades en la pantalla. Su parte inicial es correcta, con los diálogos típicos del director, momentos frikis, y otros punzando al establishment canadiense (I don't want to die in Canadà!!!)
Y mención especial para:
WHAT WE DO IN THE SHADOWS: nunca se vio un mockumentary más tronchante que éste
MAPS TO THE STARS: o Cronenberg atizándole duro al star system hollywoodiense
I ORIGINS: por unir el indie con la scifi más light, y hacerla apta para todo el mundo
ALLELUIA: o como crear una historia de pasión y celos a través de la locura
MUSARAÑAS: porque en España se puede hacer buen cine de género sin ataduras
Me he quedado con las ganas de ver muchas más, pero como siempre, es muy dificil conciliar Sitges, familia y monedero, por lo que la criba ha sido importante. De recuerdos me llevo haber conocido a más gente cinéfila en los ratos de cola, poder charlar un rato con Julien Maury y Alex Bustillo (directores de Aux Yeux des Vivants, otra de las que me he perdido), conocer a Desiree de Fez, una tia que sabe mucho de cine y siempre va con una sonrisa en la cara, y el perrito que salia en pantalla cuando habia un apagón.
Un dato preocupante en cuanto a las películas, es la facilidad que tienen todas las películas en parecerse a los clásicos de los 80's. Sobretodo en cuanto a la música, en unas cuantas proyecciones hemos vuelto a disfrutar de los sintetizadores ochenteros, los colchones analógicos o los bajos del Minimoog. También el nivel de historias y ambientación, como en los casos de The Guest o It Follows. Preocupante el nivel nacional, con producciones lamentables, como REC4, Poseso, Altra Frontera, demuestra lo complicado que es en este país sacar adelante un buen proyecto de fantástico (aunque salvamos de la quema a la primera película producida por Alex De La Iglesia, Musarañas, con una enorme Macarena Gómez). Respecto al asiático, nada destacable, Miike se hace viejo, y destacan A Hard Day (por lo cómico de su propuesta) y The World of Kanako (por el montaje y aspecto visual)
Según anunciaba el mismo director del festival, Ángel Sala, Sitges tiene claro que debe seguir como festival de festivales, es decir, fagotizar todo lo que se proyecte en cualquier festival. Por lo que se vuelve a traducir en 200 películas proyectadas, 13 secciones a competición, y locura para que nos planifiquemos los pases. En este caso, más es menos, quiero decir, que con una programación de 100 películas en 9 dias, y una sección oficial de 15 títulos, seguro que el festival ganaría, con unos filtros correctos, en calidad final.
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