Sarah Walker persigue el sueño de cualquier aspirante a actriz en Hollywood: mientras trabaja a disgusto en un restaurante de Los Ángeles no tiene éxito en las audiciones que se presentan, lo que le lleva a estados de estrés casi traumáticos. Pero un día, tras una curiosa audición, recibe una curiosa oferta de una misteriosa productora de cine de género. ¿Hasta dónde estará dispuesta a llegar Sarah con tal de conseguir el papel protagonista que le ofrecen?
Se nota bastante el bajo presupuesto de Starry Eyes, sobretodo en el apartado técnico. Iluminación y fotografía son tratadas de una manera muy indie con cierto aire ochentero. Pero a su favor cuenta con varios factores que la hacen bastante interesante: el primero, sin duda, su actriz protagonista Alex Essoe, que borda un papel con muchas facetas, desde la más amable hasta la desganada, de la belleza exhuberante a la locura más inmediata. Y ese es uno de los puntos fuertes de la película, una verosimilitud que consigue traspasar la pantalla. Otro de sus puntos fuertes son los temas que toca. Bastante cercanos y críticos, sobretodo con la industria cinematográfica a bajos niveles, donde es dificil hacerse con un hueco, y estan las casas llenas de aspirantes a actores y/o directores, viviendo a la sopa boba. Es por eso que Sarah quiere escapar de ese estilo de vida, de las envidias hacia sus compañeras, y el de burbujas rellenas de fantasias profesionales. Y como si de Fausto se tratase, acepta un trato especial con una productora de carácter fantástico.
Y aquí aparecerá ya la trama fantástica, una mezcla de ese nuevo estilo que marcaron películas como Tanatomorphose, la de una transformación hacia la putrefacción, batiendolo junto a la tipica historia de venganza. Violencia y pobredumbre en una media hora final de mucho nivel, y que consigue mejorar mucho una película que en su tramo intermedio había decaido bastante, aunque necesario para justificar todo lo que ocurre después. Y para enriquecerlo todo, una banda sonora muy ochentera, al Carpenter's style, osea, muchos colchones sintéticos, bajos gruesos, y percusión digital. Muy buen acompañamiento.
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