lunes, 12 de octubre de 2015

KNOCK KNOCK

Evan (Keanu Reeves) es un padre de familia feliz que debe quedarse un fin de semana sólo en casa por motivos de trabajo. En medio de la tormenta, llaman a su puerta. Son Genesis (Lorenza Izzo) y Bel (Ana de Armas) que están perdidas en el barrio. Piden a Evan de usar su teléfono, pero no serán esas sus únicas intenciones...

Menuda decepción la última película de Eli Roth, y es que está comprobado que el tándem formado por Eli Roth y Nicolás López (con permiso de Guillermo Amoedo) no dan más para sí, después de lo visto en Aftershock y Knock Knock. Toda promesa de que la película podría llegar a ser una especie de Funny Games pasado por el filtro cachondo-gore del director americano queda reducido a la nada después de media hora de película.

La película es el juego del gato y del ratón hipersexualizado, y me explico: a un tío que lleva tres semanas sin ponerla en caliente se le cuelan dos calentorras en su casa, y obvio, cae en la tentación (Y QUIÉN NO, me pregunto yo). Lo que viene después es una especie de resumen de un Gran Hermano al uso, dos tias haciendo las locas en la casa y poniendolo todo patas arriba, y un tío que siente amenazada su integridad familiar y no para en su intento de escurrir el bulto.

Pero es que a la hora de ponerse algo más violento, resulta todo de papel maché. Ni una buena ostia, ni violencia extrema, ni nada por el estilo. Pintadas en paredes, mucho cambio de modelito, y a la mínima oportunidad que tiene el protagonista de ponerse serio armado con un cuchillo y liarla un poco parda, se va corriendo. Resumiendo, queda todo en una tontería de dimensiones enormes, más si lo unimos a la falta de estilo de Eli Roth a la hora de rodar. Sólo se aprecia su toque macarrila al principio, presentando a la familia como un anuncio de la tv, todo lo que venga después, es pura nadería.

Resumiendo, que la pelicula sólo ha servido para calentar al personal en su media hora inicial. Porque el pobre Keanu Reeves lleva todas las de convertirse en el nuevo Nicolas Cage, y las dos pájaras, pues aparte de salir en las pelis del par de amigos americano/chilenos, poco más. Haría bien el bueno de Eli Roth de huir de Chile y volverse a L.A., rodearse de mejores compañias, y rodar alguna película que aporte algo al género, como lo eran Hostel o Cabin Fever.


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