John Reid acompaña a un grupo de Rangers en la captura de Butch Cavendish, recién escapado de la horca. Pero Butch y su banda les tienden una emboscada y los matan a todos, aparentemente...John es elegido por el Espíritu Libre para resucitar y convertirse así en un justiciero anónimo, con la ayuda de Toro, un indio comanche algo particular....

Ni siquiera las escenas de acción son demasiado salvables. Están bien esos asaltos a trenes como los de antes, con forajidos subiendose en marcha, corriendo por el techo, disparos por doquier, la típica escena del túnel, etc. Pero en momentos, sobretodo en las escenas con el caballo Silver, se nota a la legua que son montajes digitales creados por ordenador, y pierden toda la magia. Además, estas escenas son al principio y al final de la película, por lo que entre ellas nos dejan más de una hora de aburrimiento, por mucho que los diferentes gags se esfuercen en aliviar el tedio.
Concluyendo, se nota a la legua que es una película pensada como trilogía, alargada como un chicle, donde el Llanero parece el Tonto (el nombre del indio en la V.O.) y el indio a Jack Sparrow pasado de peyote. Donde se han gastado más dinero en contratar a la Helena Bonham Carter (¿para qué?) que en lograr un buen guión. Y aunque tenga cierto tufillo a western clásico en su inicio (que es lo más salvable de la película) el conjunto final no convence en absoluto. Es de esas películas de las que te alegras no haber ido al cine a verla
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