domingo, 14 de septiembre de 2014

BOYHOOD

Tenía ganas de ver la última propuesta de Richard Linklater, sobretodo después de todo el hype que se ha montado alrededor de ella, situándola de "obra maestra". Es curioso lo fácil que resulta desde hace un tiempo encumbrar ciertas películas a esa categoría, seguramente por el hambre que tienen algunos críticos en salir a la palestra a conducir los rebaños. Cierto es que Linklater cae bien. Sus películas siempre han sido bien recibidas, sobretodo esa trilogía de Antes de... protagonizadas por Julie Delpy y Ethan Hawke (su actor fetiche), y se atreve casi con todo: desde la novedosa animación de A Scanner Darkly, el retrato adoslescente de Suburbia, comedias como School of Rock, o románticas como la anterior trilogía....

Boyhood es la crónica de la infancia de Mason, desde que tiene 6 años hasta que cumple 18. Una infancia complicada (abandono paterno), una madre que decide volver a estudiar y rehacer su vida, nuevas familias, las primeras novias, los primeros trabajos y hobbys, y una meta que alcanzar aunque Mason no sepa muy bien para qué le va a servir.....
En este caso, Boyhood nos ofrece un relato nada original: lo difícil que es hacerse adulto. La originalidad recae en su propuesta: lo hace con los mismos actores, dejando pasar el tiempo, rodando una semana cada año durante los últimos 12. De esa manera podemos apreciar de una manera más veraz el paso del tiempo, a través de la música (del rock a Britney Spears), de la actualidad (de Irak a Obama y al 11-S), de la tecnología (de la gameboy a la xbox, y del imac grandullon a los macbooks), o incluso de los mismos peinados de los protagonistas. Y la idea y ese planteamiento tiene su mérito, además de que Linklater sabe manejar los tiempos y hace que no se te haga demasiado larga.
El problema es que la película en sí es bastante insulsa. Como retrato de una etapa de la vida funciona perfectamente, eso no hay quien se lo quite, es como mirar a través de los recuerdos del chaval, asomarte a la ventana de su vida. El problema es que no se ofrece nada más, nada que aporte algo de tensión o carga dramática. El pobre chaval en sí es bastante soso, y como dice en un momento de la peli uno de sus padrastros: "se pasa el rato murmurando sin parar", totalmente cierto, la dicción no es uno de sus puntos fuertes. Lo de la hija de Linklater en el papel de hermana es de juzgado de guardia, no podrian haber encontrado alguien más pavo y ñoño ni en un casting de diez mil figurantes
Sin duda los mejores momentos de la película es cuando aparecen Ethan Hawke y Patricia Arquette en la pantalla. Son sin duda los que más nos sorprenden con el paso de los años, de ese alma rockera juvenil del padre hasta convertirse en un yuppi republicano con monovolumen (esa historia si que nos interesa), o de los esfuerzos de una madre coraje por sacar adelante a sus dos hijos a través de caminos tan tortuosos como el del alcoholismo, para verse en un final en el que se queda sóla. Quizás si la película se hubiera centrado en uno de ellos dos sí que podriamos estar hablando de una muy buena película
En resumen, Boyhood es una película que encanta a la crítica y que se llevará de carrerilla más de algún premio grandote, como los Globos de Oro, crítica europea, o quien sabe, incluso el Oscar. Como ejercicio de introspección de uno mismo, de recordar lo que hacia en aquél momento, o incluso añorar lo aburrida que fue la década del 2000, no está mal.
Pero le falta algo que toda película que se precie a de tener, y es conseguir traspasar la pantalla, y lo que es más importante, mantenerlo. Y eso no se consigue por culpa de un actor adolescente bastante antipático, que tiene el "carpe diem" por bandera, y que realmente no sabe que hacer con su vida. En fín, que la película termina (afortunadamente) y nos quedamos igual.
NOMINACIONES OSCARS 2015:
Mejor Película
Mejor Director
Mejor Actor Reparto (Ethan Hawke)
Mejor Actriz Reparto (Patricia Arquette)
Mejor Guión Original (Richard Linklater)
Mejor Montaje


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