miércoles, 29 de octubre de 2014

NINJA TURTLES (2014)

Hay que reconocerle el esfuerzo que está poniendo Nickelodeon en hacerse un hueco en la industria cinematográfica, reflotando productos como Bob Esponja (estas Navidades lo veremos en pantalla grande) y estas Tortugas Ninja, de las que no se conformaron en readaptar la serie animada, sino que han metido ni más ni menos que 125 millones de dólares para sacarlas en pantalla grande. Obviamente, casi todo el presupuesto se va en una CGI que convierte a unas tortugas un poco más reales (y más monstruosas) que aquellos ridiculos disfraces de la película de los 90.

La historia es la de siempre. Las cuatro tortugas y la rata que se contaminan con un mutágeno que les da forma humana (y en este caso superfuerza), que aprenden las artes Ninja, y en el momento que la ciudad de Nueva York las necesita, salen al exterior para luchar contra el Clan del Pie, liderado por Schraeder El Triturador. Para ello contarán con la ayuda de April, una reportera del Canal 6, a la que esta vez se le ha relacionado un poco más con las tortugas...
Pues es lo que hay, y punto. Así que ante productos de este tipo a los que uno va a acompañar a sus pequeños, más vale poner el chip en off, abrirse de nalgas, y dejarse penetrar fuertemente por los productos del sr. Michael Bay y compañía. Al menos se les agradece la honradez, no prometen nada intelectualmente nuevo ni nada por el estilo. Puros fuegos artificiales, CGI por un tubo, y para los adolescentes de bragueta caliente, una Megan Fox a la que se le nota ya sus pases por quirófano para mantener esa eterna juventud (va camino de quedarse con la cara de Nicole Kidman)

Otro tema ya seria discutir si realmente hacen falta este tipo de productos. Seguramente a la industria sí, apoyada por las franquicias jugueteras y de merchandising vario que ya revientan las estanterias de los comercios. Pero al público ya entrado en años y que sufrimos la primera adaptación de la película en 1990, pues como que no. Aparte, en esta adaptación, se ha perdido un poco el enfoque desde las artes marciales. Ahora son bazocas, M16, espadas y un sinfín de artilugios. Pero tampoco te das mucha cuenta, porque la cámara mantiene los planos tan cerrados (para reducir costes de animación) y se mueve tan loca que no te enteras en momentos ni de lo que pasa.
Pero los peques se lo han pasado bomba en el cine, y luego hemos ido a la hamburgueseria de turno a pillar uno de esos menus con juguete. Porque sí, muy a pesar mío mantengo a esta puta industria que tanto odio. Quizás se lo pasan igual de bien en casa viendo Mi Vecino Totoro, pero desgraciadamente ese tipo de cine no tiene todo el apoyo necesario para ocupar el mercado. Así que ajo y agua, de momento son niños, como yo en mis tiempos que me disfrazaba de Superman o El Llanero Solitario, ellos lo hacen de Tortugas Ninja. Eran otros tiempos, y ya vendrán los años en que recapaciten, como yo lo hice, y llevarlos por el buen camino.

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