miércoles, 1 de abril de 2015

LATE PHASES


Late Phases es otro intento del cine fantástico de acercarse a la licantropía, género arriesgado del que es díficil salir con éxito, ya que tiene a sus espaldas algunas grandes y recordadas películas del género, y por lo tanto, va a ser comparada con ellas. En Fantasticine no somos de ese tipo de público, miramos las películas sin recordar el pasado, a no ser de que haya algo en la película misma que te traslade a otras parecidas, más como homenaje que como crítica.

Ambrose, un viudo veterano de Vietnam, es obligado por su hijo a ingresar en Crescent Bay, una urbanización aparentemente idílica donde sus habitantes son todos mayores. Pero la promesa de la tranquilidad desaparece cuando unas extrañas criaturas atacan el lugar. Ambrose, a pesar de su ceguera, les plantará cara...

El fantástico y la tercera edad siempre han funcionado, pero con otro tipo de películas, más tirando a la ciencia ficción que al puro terror. Desde Cocoon hasta Robot & Frank, son películas más que simpáticas de ancianitos jugando a ser niños. Ese no es el caso de Late Phases. Como Clint Eastwood en Gran Torino, Nick Damici (actor fetiche de Jim Mickle, Cold in July o Stake Land) se convierte en un hombre huraño, malcarado y avinagrado, sin simpatia por el resto, y a pesar de su edad y su ceguera, con el resto de facultades intactas y un enorme espiritu luchador.

El inicio de la película es prometedor: el ritmo en sus secuencias hacen que ganes interés, también el hecho de que conserva algunos aspectos de Ambrose y su hijo escondidos hasta el final. Sabes que algo raro pasa entre ellos, pero no exactamente el qué. A los quince minutos ya vemos la primera secuencia puramente fantástica, y eso nos mete más en la película si cabe. El problema entonces viene con el guión: la criatura sólo ataca en luna llena, por lo que hay que esperar 28 días para el desenlace de la historia, y la película se vuelve mucho más personal, con un Ambrose buscando su redención ante curas o su hijo, intentanto arreglar cosas la vez que prepara las trampas para la criatura. Todo un tramo central demasiado lineal.

Y volvemos al desenlace, y aunque nos sorprendan ciertas reacciones a pesar de su falta de visión, guarda bastante las formas sin parecer una insensatez. Luego está el tema de la criatura, que tiene cierto debate a partir de su aspecto físico, pero se le puede perdonar, gracias a que tampoco nos prohiben de disfrutar de la típica secuencia de transformación humano-lobo. Y lo mejor de todo, un final bastante coherente y bueno, que hace que no chirríe tanto la decepción del tramo intermedio.

No será un ejemplo de cine de licantropía en un futuro. Tampoco se si es la mejor película del director, del que sólo conozco un episodio en ABC's of Dead. Pero Late Phases no es para tirarse de los pelos. Un film correcto en un género donde es más fácil cagarla que resaltar. Bien

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