miércoles, 20 de mayo de 2015

serie: DAREDEVIL

Otro de los hypes de esta primavera en cuanto a series de TV fue la llega de DAREDEVIL. Netflix tenía la difícil tarea de hacer olvidar el bodrio interpretado por Ben Affleck ya hace un tiempo, y devolver al Demonio Ciego al olimpo de los superhéroes Marvel, y de paso, intentar arrancar espectadores a sus rivales de DC Comics, Arrow y The Flash.

El pequeño Matt se queda ciego tras verse involucrado en un accidente de tráfico. Para colmo, al poco tiempo su padre, boxeador profesional, es asesinado. Huérfano, recibe ayuda de otro ciego con unas cualidades "especiales", de quién aprenderá a desarrollar el resto de los sentidos. Una vez terminada la carrera de derecho, ejerce como socio en un buffet creado junto a su amigo Foggy Nelson, pero harto de la oleada de crimenes que sufre su barrio natal, Hell Kitchen (Nueva York), decide hacerle frente por las noches y dar rienda suelta a sus más violentos instintos...

He de reconocer que ultimamente me estoy volviendo un poco "hater" de las series de tv. Me parece un mercado demasiado sobrecargado, y como consecuencia, sufre un terrible bajón de calidad ante tanta producción. Atrás quedaron aquellas épocas donde uno disfrutaba de un capítulo a la semana de una buena serie. Ahora te inundan el timeline con 3 series al día, donde cada vez cuesta destacar un poco por encima de las otras. Thrillers policiacos, comedias bobas, historias paranormales, scifi de bajo nivel y un largo etcétera, de la que ni siquiera consigue escaparse Juego de Tronos.

Marvel, después de un primer intento de resurgimiento con Agents of Shield (bastante regular) ha optado por aprovechar el tirón de todas sus franquicias y apostar por un superhéroe que, aunque desconocido por muchos, tiene una historia lo suficientemente oscura para poder llevar a la tv e intentar hacer "algo". Todos sabemos de las críticas que recibian siempre sus proyectos, que si Marvel era demasiado infantil, la eterna comparación con las películas de DC (sobretodo Batman) que nos revelaban héroes con menos superpoderes, pero con perfiles mucho más complejos que, por ejemplo, Iron Man. De ahí los éxitos de DC en el cine, gracias también al aporte de excelentes directores, como Burton o Nolan.

Para el lanzamiento de esta franquicia, Marvel y Netflix han apostado por un joven director, muy en la línea de Josh Weddon, aficionado a los cómics y amiguete, entre otros, del mismo Weddon o de J.J. Abrahams. Se trata de Drew Goddard, responsable de películas con cierto éxito en ambientes más reducidos como Cabin in the Woods o Cloverfield (Monstruoso), y que se nota que se ha empapado bien de los cómics del héroe ciego, aparte de aprenderse los libretos de la ficción televisiva.

La estética de Daredevil es bastante pulp. Una planificación muy parecida al cómic, con encuadres detallados y una fotografía bastante oscura. Dos líneas argumentales, la del héroe y la del villano, y ahí, como en los cómics, gana Kingpin de calle. Un excelente Vincent D'Onofrio que borda el papel del mafioso de Hell Kitchen, llenándolo de matices, atormentado por su pasado, y que intenta hacer resurgir el barrio de las tinieblas, convirtiéndolo en un centro neurálgico de la ciudad. Lo malo, es que lo hace con todo tipo de trampas, sobornos y crímenes, por lo que no tarda en plantarle cara Daredevil, interpretado por un Charlie Cox justito (lo siento, no soporto su tono en VOSE). El resto, un reparto correcto, sin grandes alardes, pero personajes que tampoco quedan en agua de borrajas, todos tienen su sentido en la trama.

Pero si por algo destaca la serie, sobretodo al principio, es por sus escenas de acción. Porque asombra la planificación de las mismas. Pocas veces vemos en tv un plano secuencia "a lo Oldboy" donde el bueno se enfrenta a una banda de mafiosos rusos, como pasa en el segundo episodio. Bravo!. Aunque hecho de menos el detalle de como Matt consigue detectar los movmientos enemigos, queda algo justificado en bien de un mayor ritmo de la acción. La lástima, es que después de un excelente arranque, la estructura de los episodio se vuelve similar, por lo que ya sabes los que va a pasar en cada uno de ellos: un poco de trama principal, ahora salen los amiguetes, luego algo de rencor y violencia, y para rematar un poco de ostias para los malos. Bien, pero monótono.

Pero ojo!, que la cosa funciona, porque aunque no haya conseguido despejarme de alguna cabezadita sofariega, ha sido la única serie de la que he visto cada uno de sus capítulos, sin dejarme ninguno. Y eso, para mí, ya está bien. Vale que el final es un poco salchichero, que el nuevo traje del héroe es bastante flojo, y que Kingpin vuelve a pasarle la mano por la cara a Daredevil, y quizás en la segunda temporada, como desaparezca el villano, eso no habrá quien lo levante. Pero esta primera temporada no ha estado mal, y se merece una oportunidad, por pequeña que sea.

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