jueves, 12 de marzo de 2015

PURO VICIO (INHERENT VICE)

Puro Vicio es el regreso de Paul Thomas Anderson tras su brillante The Master o su anterior obra maestra que era Pozos de Ambición. Por lo que viendo el currículum del director, perderse cualquiera de sus estrenos sería algo similar a cometer pecado. Lo siento, pero no he leido la novela original de Thomas Pynchon, por lo que esta entrada en el blog sólo se centrará en lo púramente fílmico.

Años sesenta. Doc Sportello es un peculiar detective privado de Los Ángeles. Después de mucho tiempo sin verse, su ex, Shasta, una seductora "femme fatale", le pide ayuda debido a la desaparición de su amante, un magnate inmobiliario que pretendía devolverle a la sociedad todo lo que había expoliado. Sportello se ve enredado así en una una trama política, entre motoristas arios, asociaciones de negros, y yonkys de la zona más depresiva de Los Ángeles....

Vamos a ponernos un poco simples para intentar resumir lo que sería la película: cojemos en una cucharilla una pizca de Chinatown, dos gotas de ruso blanco de El Nota, un poco de sexo morboso; calentar con el mechero, introducir la mezcla en una jeringuilla, y directo a la vena....El resultado sería un homenaje al cine noir, con unos personajes bastante pintorestos y cogidos de la mano hacia un baile lisérgico al ritmo de Can y su "Vitamin C". Ojo!, no quiero decir con eso que la película sea buena.....ni mala....más bien se queda en una equidistancia poco natural.

Poco natural porque aunque los personajes de la película te gusten, aunque termines entrando un poco en la confusa trama, la sensación de descoloque es bastante fuerte, y me explico. Cada personaje tiene su trama, aparentemente todos conectados entre sí, pero la película tiene un ritmo tan lento que cuesta de encontrarle el nexo donde se unen entre sí. Más bien parecen (algunos de ellos) tramas independientes, que si bien aparecen en la novela, supongo que la eliminación de unos cuantos de ellos le hubiera otorgado a la película un mayor impulso.

Y no digo que los personajes estén mal, todo lo contrario. Acostumbrado ya a las películas corales de P.T. Anderson, uno hechaba de menos un film con tantísimo personajes y tanto actor de calidad sin la intención de pisarle los papeles al de al lado. Todos trabajando para un bien común. Espléndido (en su linea habitual) Joaquin Phoenix, pero donde brillan tambien Brolin, Del Toro, Waterson, o incluso Owen Wilson. La banda sonora también ayuda, a base de guitarras ácidas como las de Can, o del perpetrador de la música de la película, un casi desconocido Jonny Greenwood, guitarrista de Radiohead y otro de los habituales en los trabajos del director.

Resumiendo, que Puro Vicio es una película demasiado confusa. Sus muchas subtramas y su larga duración, dos horas y media, no ayudan a que el conjunto pase el gaznate. Se queda como una buena experiencia por el retrato que hace Anderson de una sociedad que se despierta poco a poco del sueño americano, el excelente protagonista que hace Phoenix, y algunas secuencias y diálogos bastante punzantes o cómicos. No es la mejor película de su director, pero sigue siendo una película de Paul Thomas Anderson, y lo que ruede este hombre hay que verlo...a menos que empiece a chochear peligrosamente como Ridley Scott


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