Años sesenta. Doc Sportello es un peculiar detective privado de Los Ángeles. Después de mucho tiempo sin verse, su ex, Shasta, una seductora "femme fatale", le pide ayuda debido a la desaparición de su amante, un magnate inmobiliario que pretendía devolverle a la sociedad todo lo que había expoliado. Sportello se ve enredado así en una una trama política, entre motoristas arios, asociaciones de negros, y yonkys de la zona más depresiva de Los Ángeles....
Y no digo que los personajes estén mal, todo lo contrario. Acostumbrado ya a las películas corales de P.T. Anderson, uno hechaba de menos un film con tantísimo personajes y tanto actor de calidad sin la intención de pisarle los papeles al de al lado. Todos trabajando para un bien común. Espléndido (en su linea habitual) Joaquin Phoenix, pero donde brillan tambien Brolin, Del Toro, Waterson, o incluso Owen Wilson. La banda sonora también ayuda, a base de guitarras ácidas como las de Can, o del perpetrador de la música de la película, un casi desconocido Jonny Greenwood, guitarrista de Radiohead y otro de los habituales en los trabajos del director.
Resumiendo, que Puro Vicio es una película demasiado confusa. Sus muchas subtramas y su larga duración, dos horas y media, no ayudan a que el conjunto pase el gaznate. Se queda como una buena experiencia por el retrato que hace Anderson de una sociedad que se despierta poco a poco del sueño americano, el excelente protagonista que hace Phoenix, y algunas secuencias y diálogos bastante punzantes o cómicos. No es la mejor película de su director, pero sigue siendo una película de Paul Thomas Anderson, y lo que ruede este hombre hay que verlo...a menos que empiece a chochear peligrosamente como Ridley Scott
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