jueves, 15 de mayo de 2014

NYMPHOMANIAC volumen II

Segunda parte de la historia sobre su vida que Joe (la nimfomana) le está contando a Seligman, el librero judío. Esta vez ya pasamos a una Joe más madura (Gaingsbourg) que pasa por un bache emocional dada su insatisfacción sexual, lo que la llevará a explorar los más oscuros rincones del sexo....

Quizás me he pasado un poco con la sinopsis. Creedme que no es para tanto, sobretodo para una mente pervertida como la mía que ya lleva más de veinte años visualizando porno del más variopinto (y eso da para mucho). La película continua la tediosa linea argumental de la primera, Joe sigue con el relato de sus experiencias, divididas en capítulos, mientras Seligman le da el contrapunto "cultural" y filosófico. Pero como ya decía en la anterior entrada, se trata de una filosofía y unos apuntes demasiado baratos y nada profundos.
Lástima que en este volumen 2 se nos pribe de la presencia de la joven y de particular belleza Stacy Martin, pasando el protagonismo a una Charlotte Gainsbourg nada guapa ni sexy, eso sí, con unos pezones como pitorros de colchoneta. Al flojeo general también contribuyen unas expectativas demasiado altas visto el trailer, donde aparecen escenas de sexo interracial y sado, que luego son bastante lights y frías, a juego con la protagonista, supongo que para mostrar una vez más la falta de calidez de Joe. Sólo salvaría a un Jamie Bell que últimamente raya a buen nivel en sus papeles, y aquí no iba a ser menos, haciendo de "amo".

La película va pasando toda su primera hora y todo es más de lo mismo, pero pasado este punto, a Lars Von Trier se le ocurre dar un giro a la evolución de Joe (no contento ya con el cambio que le otorga también al rol de Seligman), y aquí ya pasa todo a ser bastante más irreal. Mucho en el tema del pedófilo (con un discurso bastante discutible) y más todavía en el último capítulo: La Pistola, donde se permite tirar todo por los aires con un final nada creíble, pero muy parecido a los que rueda en sus películas más pésimas. En un ataque de "ego" brutal, como si dijera: así acabo la película yo porque es mía y me sale de las pelotas. Y se queda tan ancho.
Dicen que quedan todavía por verse unos 90 minutos de metraje. La obra original era de 5 y media, y comercialmente sólo se han estrenado estas 4 (2 por episodio). Yo personalmente paso de ver el resto, si es que se llegara a editar alguna vez. Paso de los caprichos de éste señor, de sus ataques egocéntricos, de su discurso banal y malhumorado, y de esa forma de rodar en la que no me demuestra nada. Es frío, sí, es duro, también, pero me aburre soberanamente, sobretodo sus dramas. La única película que salvaría de su filmografía serian "Los Idiotas", aquella primigenia película cuando empezaba a despuntar el "dogma" que él mismo se atrevió a fundar junto a otros colegas.

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