miércoles, 15 de octubre de 2014

HOW I LIVE NOW

Parece ser que la industria ha descubierto un filón en la adaptación de novelas para adolescentes. Desde Crepúsculo, pasando por Los Juegos del Hambre, Divergente, El Juego de Ender, y ahora se suman los británicos en la adaptación de How I Live Now, de manos de Kevin McDonald, que eso sí, lo mismo le da dirigir documentales que películas de lideres africanos o thrilles conspiranoides. No lo hace mal del todo, aunque en éste su último trabajo se le pueden poner algunas pegas.

Daisy es una chica de NY que por problemas familiares a de mudarse un tiempo al norte de Gran Bretaña, a vivir con unos primos suyos. Cuando empieza a adaptarse al estilo de vida tan diferente, estalla lo que podría ser la 3ª Guerra Mundial y es separada de su nueva familia...

Otra película más donde se trata el tema de la alienación adolescente, aunque en este caso está bien representada, ya que McDonald prescinde del típico relato en off del resto de cintas, y para mostrarnos el agobio de la chica nos describe sus pensamientos, sus reglas, que hasta ese momento le han estado condicionando la vida. La forma es distinta, pero al ser el contenido el mismo no hay que ser muy listo para ver como va a ir derivando ese tema a lo largo de la película.

Su nueva familia, sus primos ingleses, muy bien interpretados por actores británicos de la talla de Tom Holland, llevan un estilo de vida campesina, muy del rollo Tom Sawyer modernos: paseos campestres, bañarse en el rio, comer lo que les da la gana, y no es extraño ver como Daisy no termina de encajar en ese entorno. Pero.....ahí está el amor para resolverlo todo, el gran cupido al rescate de la pobre cenicienta incomprendida. Y hasta aquí puedo leer....
Porque el conflicto estalla, y sus vidas (la de toda la familia) dará un vuelco de 180º. Daisy tendrá que dejar a parte sus reglas tan "superficiales" para dejarse llevar por su espíritu de supervivencia en una zona de conflicto donde fácilmente puede terminar con un tiro en la cabeza, o peor, violada en una cuneta. El problema de toda esta segunda parte de la película es que se centra demasiado en ella y en ese cambio que ha dado su mentalidad. No hay rastro del conflicto, y la violencia de los actos terroristas quedan fuera de plano.

Visualmente, la película le debe mucho al McDonald documentalista, imagenes poderosas, intercalando planos cortos y más amplios a gran velocidad, excelente colorido de la fotografía, sobretodo en la primera mitad. En la segunda, el pulso narrativo es correcto, pero arrastra la ausencia visual del conflicto, sólo reflejada mediante la hambruna o el desalojo. En conjunto, es una película decente, que se deja ver, apoyada en una gran interpretación de Saoirse Ronan, y una dirección correcta de McDonald, pero me cansan ya estas temáticasde frustración adolescente "que no saben que hacer con su vida". Estoy un poco mayor para estas tonterías.






 

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