viernes, 6 de marzo de 2015

MAPS TO THE STARS

Después de ver Cosmópolis, muchos éramos los que pensabamos que el genio de David Cronenberg había llegado a su fín. Tras convertirse en un alborotador de adolescentes sedientos de "nueva carne" en los 80's, meterse en las mentes de curiosos personajes con oscuros deseos y pasados turbios a finales de los 90's y 2000, y tras ese pequeño bache que fueron Cosmopolis y Un Método Peligroso, el director canadiense reaviva el fuego más crítico contra un elemento que conoce bien: Hollywood y su star system

Havana Segrand (Julianne Moore) es una actriz en horas bajas, y obsesionada por interpretar un papel que hizo famosa a su madre en los 60's. Agatha Weiss (Mia Wasikowska) acaba de salir del psiquiátrico, y encuentra trabajo como asistente de Havana. El hermano de Agatha, el pequeño Benji (Evan Bird) es una estrella del cine adolescente, y el padre de los dos, el dr. Stafford Weiss (John Cusack) es el terapeuta de Havana...

Map to the Stars es un curioso cuento sobre los habitantes de Hollywood y todos sus defectos, sobretodo el de su obsesión por la fama. Y para llevarlo acabo, David Cronenberg vuelve a convertir el sueño en pesadilla, como hacía en sus inicios. Desnuda a sus personajes para mostrar sus defectos, como hacía en Cromosoma 3, desvela sus obsesiones como en Crash, y destapa sus mentes como hacía en Scanners. Pero también juega al gato y al ratón, como en Una Historia de Violencia, retorciendo sus vínculos para pasar de la pesadilla a la tragedia.

Y para ello se sirve de un guión que, aunque le cuesta un poco al principio arrancar, a medida que avanza se afila como un estilete, dando mandobles a diestro y siniestro, da igual que sea cienciología, el fenómeno fan, de los premios, y de las estrellas adolescentes. Y todo ello apoyado en un gran reparto del que Cronenberg sabe sacar todo su jugo, sobretodo de las féminas. Porque Maps to the Stars es una película de mujeres: una Julianne Moore excelente y sobre la que recae el peso de la película, y una Mia Wasikowska de la que ya no nos extraña sus buenas actuaciones, es un pedazo de actriz en papeles algo diferentes. Incluso el reparto masculino, encabezado por Cusack y Pattison está bien aprovechado.

El problema quizás es que la idea que uno tiene de sátira sobre Hollywood es más un lastre que un beneficio para la misma película. Es decir, en una sátira uno espera algo más de humor negro, que huela a ácido en cada fotograma, y eso sólo funciona en las ocasiones que aparece Havana y Benjie. Con el resto de reparto se masca más la tragedia desde un principio, algo oscuro e inquietante que poco a poco se irá desvelando. Es por ese motivo que no termina siendo una película redonda, sino el resultado es una especie de poliedro con muchos vértices donde las lineas no siguen un mismo plano, y entorpece la narrativa.

Pero sin duda alguna, Maps to the Stars sigue siendo una película a reivindicar de un director que ha vuelto, y esperemos que se quede. Porque lleva toda la vida manejando personajes diferentes a los de otras películas, y lo hace de fábula. Y ya tiene la experiencia de un veternao y eso le da margen a pasarse por el arco del triunfo a gran parte del establishment fílmico, y sino que se lo pregunten a Scorsesse y su Lobo de Wall Street. Los viejos rockeros nunca mueren, aunque a veces se les de por muertos.



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