martes, 20 de mayo de 2014

8 APELLIDOS VASCOS

Rafa (Dani Rovira) es un joven señorito andaluz que no ha tenido que salir jamás de su Sevilla natal para conseguir lo único que le importa en la vida: el fino, la gomina, el Betis y las mujeres. Todo cambia cuando conoce una mujer que se resiste a sus encantos: es Amaia (Clara Lago), una chica vasca. Decidido a conquistarla, se traslada a un pueblo de las Vascongadas, donde se hace pasar por vasco como favor a la chica para que no tenga problemas con su padre

Ojito que la mierda que nos meten por la tele empieza a expandirse peligrosamente a las salas de cine. Lejos de apostar por autorias de calidad, por un cine más o menos decente, los productores patrios han decidido llenar sus arcas con productos mediocres donde salgan caras conocidas y una publicidad tremenda en los medios que controlan (en este caso Mediaset y Telecinco). No nos extrañe luego si J.A.Bayona, Collet-Serra y otros cineastas hacen peliculas de calidad fuera.
La idea de sacar un elemento de su entorno e introducirlo en otro ajeno y hostil es más vieja que el tebeo, Pero que no presenta problemas y puede dar como fruto una buena comedia si está hecha con mimo. Aquí el principal fallo es que el guión de la película es infame. Ojo, no confundir guión con argumento: argumento es la idea en la que se basa el proyecto, y el guión su desarrollo. Y aquí todo es una caída en picado a un final más que previsible y vergonzoso. Borja Cobeaga, que aunque tampoco había hecho nada fuera de lo normal, se habia abierto un hueco con peliculas como No Controles o Pagafantas (que ya eran bastante justas) aquí escribe una auténtica vergüenza, tirando de la hipérbole de los tópicos vascos, que para nada reflejan una sociedad vasca mucho más actualizada que la que se plantea.

El reparto es vergonzoso, un Dani Rovira imitando a Julian López o a Paco León, Clara Lago que no hace nada bueno desde que era una niña en "El viaje de Carol", Carmen Machi haciendo de ella, y un Karra Errejalde que aunque bastante bueno, sólo se limita a imitar exageradamente a sus paisanos (y la pasta que habrá cobrao por ello). La música, un taladro mezclando folk guitarrero con txalaparta. La dirección, una auténtica patraña: planos aereos sacados de documental y que ni siquiera cuando toca suelo se molesta en mostrar la belleza de Getaria, no valdria ni como capitulo de relleno de la peor teleserie.
Da pena como el público en masa se vuelca con esta peli. Grande la estrategia de la distribuidora a la hora de programarla en una franja en medio de blockbusters veraniegos y después de los Oscars. Grande también la promoción que se hace por todos lados, del coleguismo de crítica hacia unos compañeros cineastas a los que no les vendría mal ponerles un poco los pies en el suelo. Se que quizás me tomo ésto en serio, me veo "solo" ante tanta unanimidad, pero no dejaré que la mediocridad me arrastre. Podeis ver lo que os salga de las pelotas, tanto en cine como en tv, pero luego no nos quejemos...

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