domingo, 12 de julio de 2015

TERMINATOR GENISYS

Otro de los blockbusters de este caluroso verano y que, como mucho me temía, tampoco aporta nada a una saga que cuenta ya con 5 películas en su haber, de las que, exceptuando las dos primeras, iconos de décadas mejores, se ha convertido en una saga diarreica con la única capacidad de recolectar algo de dinero para las productoras.

Año 2032. La guerra del futuro se está librando y un grupo de rebeldes humanos tiene el sistema de inteligencia artificial Skynet contra las cuerdas. John Connor (Jason Clarke) es el líder de la resistencia, y Kyle Reese (Jai Courtney) es su fiel soldado, criado en las ruinas de una postapocalíptica California. Para salvaguardar el futuro, Connor envía a Reese a 1984 para salvar a su madre, Sarah (Emilia Clarke) de un Terminator programado para matarla con el fin de que no llegue a dar a luz a John. Pero lo que Reese encuentra en el otro lado no es como él esperaba... 


Lo peor de Terminator Genisys es la sensación que te queda al final de que podría haber sido muchisimo mejor película. Un inicio bien explicado, casi plagiado de T2, pero prometedor, que nos transporta a los años 90's cuando vimos la maravilla de Cameron: la llegada del T-800 primigenio y posterior lucha y persecución con el T-1000, la persecución por la autopista, algunos gags y muchísima acción. Como decía antes, demasiado prometedor. Es cuando llegamos a un pequeño giro donde nos la enchufan de mala manera. En lugar de revivir el año '97, nos vamos 20 años después a intentar desenchufar a Skynet (nada nuevo, verdad?) Esta vez, con un curioso aliado del que, aunque sale en el trailer, no quiero desvelar la identidad, pero que la trama se vuelve mucho más simple en cuanto a acción, pero confusa y liosa, por culpa de unos guionistas que se terminaron el tequila y comenzaron a escribir chorradas enormes, a ver quien la decía más gorda....

Luego entramos en el terreno pantanoso del reparto. El tío Arnold, aquí tratado como "El Abuelo" cumple, y los mejores gags corren de su cuenta. Durante el inicio muy en su papel de T-800 "humanizado" y ayudando a una Sarah Connor en problemas. Respecto a Sarah, Emily Clarke cumple, pero está a años luz de la Linda Hamilton original. Aquí estamos ante una guerrera muy de piruetas y conducciones temerarias, nada que ver con la camarera del '84, y mucho menos pesimista que en T2. En cuanto a los chicos, fatal, ninguno cumple las espectativas y sólo contribuyen a marear más la perdiz en un tramo de película bastante flojeras, ya que cuando la pelicula se quiere poner algo trascendente, el tiro les sale por la culata.

Respecto a Alan Taylor, el direcor, poco que decir. La elección de un director con poco bagaje (Thor: El Mundo Oscuro) le permite a las productoras controlar mucho más el resultado final. Una pena, porque al principio prometia, aunque más por las referencias que por el trabajo propio del director. Luego ya entra en juego la CGI y la repanocha digital, que junto a la diarrea de ideas antes explicada, dan al traste con todo atisbo de calidad.

Resumiendo, si sólo habeis visto T1 y T2, no la veais. Si habeis sido capaces de ver T3 y Salvation, otra cucharadita de basurilla igual no os sienta tan mal. Lo único salvable de la noche del viernes en el cine, que con la que estaba cayendo, al menos, es estaba fresquito en la butaca. Poco más.

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