viernes, 13 de febrero de 2015

THE SIGNAL (2014)


The Signal es una película scifi modesta, pequeña, que aunque quizás su argumento no sea del todo original (como hablaremos después) deja un buen gusto de boca al descubrir. Una cierta estética indie, una aparente falta de medios (en su inicio), que luego se convierte en un thriller algo efectivista, aunque quizás inexplicable en algunos puntos, ya que tiene algunas trampas que te despistan sobre lo que de verdad ocurre, y que te hace bajar unos puntos en su valoración final.

Nick y Jonah son dos hackers que van de viaje a California a dejar a la novia de Nick, Haley. De camino, sufren el ataque de un hacker, Nomad, que les lleva siguiendo la pista desde que dejaron la universidad, con varios ataques a su red privada. Hartos de ser espiados, Nick y Jonah deciden ponerle fin, desviando su camino hacia Nevada, punto de partida de las emisiones de Nomad, y las pistas le llevarán hasta una pequeña casa al margen de la carretera. Una vez allí, sus vidas cambiaran para siempre.... 

Pocas expectativas tenía a esta película, ya que su director, William Eubank, presentó en el 2011 su primer trabajo, Love, una cansina película scifi donde un astronauta divagaba solitario en una estación espacial (así como Moon, pero sin las mismas pretensiones de la magnífica película de Duncan Jones). Pero la película empieza bien, quizás algo ñoña en algunos tramos, pero hasta el punto donde encuentran la casa es un thriller correcto, muy del estilo de aquella Nunca Juegues con Extraños, por lo que mis expectativas no eran muy altas. Pero a mitad de la película la trama da un giro de 180º. En lugar de los espacios abiertos del Gran Cañon, estamos encerrados en un bunker científico, donde todo el personal lleva trajes especiales asépticos, y donde el protagonista, Nick, empieza a cobrar el protagonismo que se le esperaba.

A partir de ese momento es un thriller de huída, de intentar escapar de esa situación, perseguido por un Lawrence Fishburne ya algo encasillado en este tipo de papeles, y con un entorno bastante hostil y misterioso, ya que en el búnker también hacen otro tipo de pruebas. Los dos protagonistas están correctos, y quizás es el amigo al que se le da un papel que quizás luego chirríe un poco, ya que sólo aparece en un momento concreto y durante 10 minutos. La dirección es correcta, aunque en los momentos finales abusa muy mucho de la cámara lenta, al estilo Zach Snyder, pero sin su misma eficiencia, dando la sensación de que esas secuencias rodadas a un ritmo normal tendrían el mismo resultado en el espectador.

El problema terrible que tiene la película es que tiene algunos agujeros de guión, no muchos, pero si muy grandes. Hay ciertos secundarios que no queda bien explicado el por qué están ahí, ni su naturaleza, ni el porqué de su resultado final. Eubank juega al despiste con ellos, siendo elementos muy débiles en la trama y que no hacen más que hacerle perder algo de credibilidad al entorno. El final es el esperado, no hay grandes pajas mentales rollo Cube o Matrix, y la carga de clímax y tensión está muy bien llevada.

El fallo quizás es ése, que siendo una película muy correcta, hubiera ganado unos cuántos puntos si su capacidad de sorpresa fuera bastante mayor. Pero siempre gusta ver este tipo de películas que te recuerdan a otras más antiguas (Akira, por ejemplo) y como esa idea se va desarrollando con el paso del tiempo. Ser original con la cantidad de películas scifi que se han hecho es complicado, y siempre hay "ecos" que recuerdan a otros filmes, pero se agradece el esfuerzo y demuestra que vienen buenos tiempos para el género.




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