Caleb (Domnhall Gleeson), un joven programador, es invitado por Nathan, su jefe (Chris Isaac), a pasar una semana en el búnker en el que reside. Durante esa semana, tendrá una curiosa tarea: determinar si Ava, el último proyecto que ha desarrollado Nathan, ha sido capaz de adquirir conciencia
Hace casi un año hablamos en el blog de la película The Machine (click aquí), una película de premisa similar a la que hoy nos trata, pero en la que el resultado fue bastante deleznable por culpa de un planteamiento irregular. También podriamos decir lo mismo de Autómata (click aquí) que a pesar de partir de una buena idea, flaqueaba y mucho en no saber desarrollarla y llevarla a buen puerto
Pues este no es el caso de Ex_Machina, y supongo que hay que agradecerselo a Alex Garland, director y guionista de la película, y a sus anteriores trabajos como guionista de Danny Boyle (Sunshine, 28 Semanas Después). Esa experiencia le ha valido para que el guión de Ex_Machina sea casi perfecto: excelentes ideas muy bien desarrolladas y justificadas, diálogos entre los protagonistas más que interesantes, y un desarrollo de la trama bien cosido, sin despuntes ni nada que chirríe, todo lo que pasa tiene su por qué. Además, al eterno debate añade también un ingrediente casi nuevo (aunque se le adelantó Her): la sexualidad, en forma de seducción en su lado positivo, o el negativo de los celos. Y ese es un ingrediente clave para que el thriller siga cocinandose sin caer en teorías más sesudas.
El reparto también está a buen nivel: tanto el dúo de protagonistas, Domnhall y Isaac, con suficiente experiencia para desarrollar sus roles, y de una inquietantemente atractiva Alicia Vikander, en un papel muy encorsetado (valga la redundancia) pero que sobresale gracias a sus "microexpresiones", como dice en la película. Técnicamente ninguna pega. La dirección es comedida, sin sobresaltos, gestando el gérmen del thriller psicológico-futurista en el espectador poco a poco. Una fotografía donde apremian los tonos fríos, y acompañando perfectamente el conjunto, una banda sonora sintética y analógica, gruesa (algo muy común en este último año), pero que no desentona en absoluto, y que ayuda a componer algunas secuencias recordables. En ese aspecto, se nota mucho que la película viene de UK en lugar de USA. Y es que Ex_Machina podría haber formado parte perfectamente de esa excelente miniserie futurista que es Black Mirror, tanto por estética como por temática. Un reparto breve con sólo un trio protagonista, la ambientación fría y una buena bso.
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