David es un cualificado cirujano, que después de sufrir un grave accidente y perder a su esposa, se verá necesitado a pedirle a sus padres, con los que apenas tiene relación, un favor bastante especial: un trasplante de médula. A partir de aquí, David empezará una investigación sobre el pasado de su familia...
Básicamente por culpa de unos actores poco creibles en cuanto a su interpretación (sólo se salvan Juan Diego y la enfermera, los otros es como si hicieran el teatrillo del pueblo) es una película que no me ha enganchado nada. En principio está bien explicada a base de flashbacks entre la época actual y los tristes años 30, pero hay algo en la historia del niño principal que se me escapa de las manos, y es ese paso al lado oscuro tan radical.
Está muy bien ambientada, iluminacion y fotografia correcta. Un buen trabajo de maquillaje, supongo que de parte de DDT (la empresa de la casa), pero no deja ser un producto televisivo, para pasarlo una de estas noches en el 33 o incluso en la 2. No da para estreno comercial.
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