miércoles, 18 de febrero de 2015

THE DROP (LA ENTREGA)

La última película del desaparecido James Gandolfini, pero a cambio, otra película que sirve para ensalzar más el trabajo de uno de los actores dramáticos más cojonudos que he visto en mucho tiempo: Tom Hardy. Y es que el actor inglés nos vuelve a regalar otro de sus típicos antihéroes, de pocas palabras pero firmes decisiones, frios como el hielo pero que se nota que arden por dentro.

En Brooklyn, Bob (Tom Hardy) un solitario camarero rescata a un cachorro del cubo de basura de la casa de Nadia (Noomi Rapace). Sus problemas empiezan cuando aparece el dueño del animal, un hombre con problemas mentales que, además, está involucrado en una conspiración criminal que se planea en el bar en el que trabaja el camarero, y que regenta Marv (James Gandolfini) 

The Drop es puro cine negro clásico, adaptado a las tramas contemporáneas. No os espereis un thriller de acción, persecuciones o secuencias espectaculares. Es un thriller sí, pero de los cocinados a fuego lento, donde tienen vital importancia sus personajes, como si fueran esculpidos a golpe de cincel. Y es que su director, Michael R. Roskam ya habia mostrado maneras en su anterior película, Bullhead, otra buena peli de cine noir. La ambientación y la fotografía, lógicamente, es fria y oscura, y a la historia le sienta muy bien. Pero mejor todavía le sienta mejor a un personaje como el de Tom Hardy, inmigante ucraniano emigrado a NY, y del que poco a poco vamos descubriendo las capas, como deshojando una alcachofa a la que al final le encuentras el corazón. James Gandolfini también genial los ratos que aparece, y como contrapunto Noomi Rapace, otra vez lejos de las estridencias de Salander, y aportando veracidad a su personaje, vaya, como hace siempre.

Como punto negativo, quizás una dirección a la que parece le falte personalidad. Aunque está bien en su manera de seguir a los protagonistas, parece que lo hace en piloto automático, no busca filmar desde otro tipo de encuadres ni tampoco secuencias inusuales. Todo muy de libreto, bien hecho pero poco original. Otro punto en contra es un desarrollo algo lento y monotono, tras una buena introducción, la película se vuelve algo sosa. Pero luego viene lo mejor, sin duda, su final. Las cartas sobre la mesa, el agua clara y el chocolate espeso. Y sobretodo, sin trampa ni cartón. Te han retratado tan eficazmente todos los personajes que al final todas las reacciones son justificables y creibles. Muy en la linea de los trabajos anteriores del guionista, escritor de joyas como Mystic River o Shutter Island.




0 comentarios:

Publicar un comentario