martes, 12 de mayo de 2015

MAD MAX 2: EL GUERRERO DE LA CARRETERA (1981)

Seguimos con el repaso del antihéroe australiano antes del estreno de Fury Road dentro de 3 días. En esta ocasión, entrada dedicada para la película que para muchos es la mejor de la saga. Y es que poco se habla de Mad Max 2 cuando se hablan de las secuelas que superan en nivel a sus primeras partes, como El Padrino, Aliens o El Imperio Contrataca. Obviamente, la también conocida como El Guerrero de la Carretera, significó un salto cualitativo, sobretodo en cuanto a presupuesto y espectacularidad, después del gran rendimiento de la primera parte.

Encontramos a Max donde lo dejamos tras la primera parte: en la carretera, compitiendo contra saqueadores para poder hacerse con un poco de combustible para su Interceptor, intentando sobrevivir en una Australia postnuclear donde todos los bienes escasean. En su camino se encuentra una pequeña aldea, que subsiste gracias a la producción de combustible, y sitiada por Humungus y su banda de secuaces, que se han hecho dueños del desierto. Max decide ayudar a los aldeanos a escapar con su preciado tanque de combustible, a cambio de toda la cantidad de gasolina que su Interceptor pueda cargar. Pero no será tarea fácil...

Sin duda, Mad Max 2 es toda una obra maestra del cine de acción ochentero. en su poco más de hora y media de duración podemos disfrutar de una gran película que abraza varios géneros a la vez, y que gracias a una cuidadísima dirección y producción, nos lleva otra vez en volandas a un futuro distópico, donde poco sitio hay para el amor y la humanidad, abatido por una creciente ola de violencia y autodestrucción. Y eso que, aunque la aparente simpleza del argumento, George Miller, encargado también del guión, consigue una película totalmente creible y cercana.

Para ello se sirve de una historia vista antes cientos de veces en el western. El forajido solitario que es contratado por unos aldeanos para que les ayude a librarse de los matones de turno, a cambio de una jugosa recompensa (sustituir el combustible por dólares y os quedará Por Un Puñado de Dólares, de Leone). Esa estética western conseguida no sólo por el entorno, sino también por un protagonista frío, carente de sentimientos y con un duro pasado que borda Mel Gibson, igual que lo hacía Clint Eastwood en los clásicos de Leone.

Pero sin duda, por lo que Mad Max 2 es recordada por muchos, es por sus secuencias de acción. Y es que quién no recuerda el novio del punk con un boomerang incrustado en la frente, la escena inicial tras el prólogo donde Max derriba a dos sicarios de Humungus, o la mejor, sin duda, la final con la persecución al trailer de combustible. Simplemente genial. George Miller pone la cámara donde le place para mostrarnos la acción desde muchos puntos de vista, ya sea aéreo, en el parachoques, o dentro de la cabina. Max y el chico enfrentandose a Humungus y su lacayo punk (inolvidable personaje), hacen que nos olvidemos de pequeños fallos, como el de acelerar el paso de la película para dar mayor sensación de velocidad en algunas secuencias.

También está el que le intenta buscar los tres pies al gato, mirando la película desde un punto de vista algo más metafórico (pura pose), deduciendo que hay cierta crítica a las energías no renovables, a la deshumanización postapocalíptica, o a yo que se que historias. En fin, puede haberlas, pero no creo que esa fuera la intención de la productora y/o George Miller. Ellos entendieron la secuela como puro espectáculo, más allá de la crítica que sí existía en la primera parte. Aquí se lo iban a pasar en grande, diseñando vehículos imposibles y haciendolos saltar por los aires. Y nosotros que nos alegramos.

Y es que una larga generación de cuarentones estamos más que agradecidos a este tipo de cine de acción y que poco tiene que ver con el actual. Un tipo de cine el ochentero donde premiaba el ingenio y la imaginación, y la técnica para llevarlo a cabo. Hoy en día, lamentablemente, muchos premian el continente por el contenido, sobrecargando de cgi's unas películas sin alma (¿me escuchas Michael Bay?). Esperemos que con Fury Road no se caiga en el mismo error. Lo dudo, sabiendo que está detrás el padre de la criatura.


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