viernes, 13 de septiembre de 2013

EDDIE: the sleepwalking cannibal


Lars es un famoso pintor danés en horas bajas, que se traslada a Canadá como profesor de arte en una modesta academia de arte de una pequeña localidad. Allí tendrá como alumno a Eddie, un tipo introvertido pero con una extraña afición: pasearse sonámbulo por el pueblo y comerse el primer bicho viviente que encuentre......y despertará en Lars algo que llevaba dormido mucho tiempo, su inspiración para pintar........

Un film algo particular, rozando la comedia negra (aunque yo no me he reido mucho), con pinceladas de terror de serie B con sutiles toque de gore, aunque bastante inteligente para no caer en lo obvio, en los estereotipos del género ni al ridículo. La mayoría de las escenas del Caníbal está rodadas desde lejos, o incluso aparecen fuera de plano, y es de agradecer, porque no te distrae de lo que es la trama principal: gracias a la sangre se han despertado las musas del pintor, y nos vemos involucrados en la creación de su proxima obra maestra.

Pero es una película fría, nada de raro si hablamos de una producción danesa-canadiense. Apoyada por una fotografía notable que nos traslada a los parajes más gélidos de Canadá, y a un elenco de actores comunes, poco conocidos. El guión es correcto, planteandonos la película como una buddy movie donde dos compañeros sin aparentemente nada en común comparten la misma pasión hacia la sangre. Quizás en algunos puntos el guión pudiera parecer forzado y el devenir de los acontecimientos bastante predecible, aunque se le puede perdonar este ligero fallo gracias a la originalidad de la propuesta  y a que tiene cierto ritmo que hace que no decaiga el interés.

Interesante la primera película de  Boris Rodriguez (canadiense, de padre cubano y madre mexicana). Su dirección es justa y suficiente, pero se le notan maneras. Quizás esa misma idea, pero rodada en un contexto más "cálido" hubiera funcionado un poco mejor. Aunque la publicitan como una gran comedia negra, nunca llega a estar a la altura otras producciones del género, como Shaun of the Dead o Fido, aunque tampoco es mala, simplemente, es diferente

Concluyendo: Eddie es una película algo predecible, aunque agradable de ver. Boris Rodriguez se decanta más por la comedia que por el terror, aunque veremos alguna amputación o algún ataque, todo se ha filmado desde una cierta distancia, lo que hará esta película apta para algunos estómagos sensibles.


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