Isabelle (Noomi Rapace) es una joven talentosa que trabaja en una firma de publicidad, al mando de la cuál está Christine (Rachel McAdams), una mujer dominadora que no dudará en hacer suyas las ideas de Isabelle. Pero entre las dos nace una extraña relación de admiración, que poco a poco se irá convirtiendo en odio.....

Pero entonces en la media hora final aparece el maestro, bien acompañado en la banda sonora de Pino Donaggio y la fotografia de Jose Luis Alcaine (que lo fue tambien de La Piel que Habito de Almodovar). Cambia totalmente la narración, acercándose a lo onírico, de tal manera, que a veces nos hace perder el punto de referencia del más puro thriller para evolucionar a un peligroso surrealismo. Vuelve la conjucción de montaje y cámara en la bella escena del ballet, los asesinatos silenciosos, y luego toda la enrevesada coartada de la asesina. SPOILER: Se toma incluso la licencia de copiar a Vértigo (de entre los muertos) en ese retorno de Christine en su funeral .FIN SPOILER. Un final in crescendo donde De Palma tira de su propio manual para descolocarnos lo justo para engancharnos al desenlace. Toque magistral

0 comentarios:
Publicar un comentario